El maravilloso mundo de David Lynch

Para quienes no están familiarizados con este talentosísimo cineasta, actor, pintor, músico y guionista, les cuento que David Keith Lynch (20/01/1946) es oriundo de Montana, Estados Unidos. Cuenta con una vasta trayectoria fílmica que desarrolló desde joven, la cual es influenciada por grandes directores como Werner Herzog, Ingmar Bergman y Luis Buñuel, además de un interés fundamental en la pintura de artistas visuales como Francis Bacon y Edward Hopper.

A partir de esto podemos intuir la estética propia de un artista multifacético, que basa su creatividad no sólo en la constitución cinematográfica de una película, sino en el dominio de todo un campo artístico que nos lleva al surrealismo negro y misterioso en cada uno de sus films.

Partió estudiando pintura en una escuela de arte para luego pasar al plano audiovisual, creando cortos que ganaron terreno en su época. No fue sino hasta su primer largometraje que gano la fama que tiene hoy en día, con Eraserhead (1977) película en blanco y negro que relata una historia extraña, onírica y asfixiaste en torno a un protagonista solitario y perdido. No quisiera hacer spoilers para quienes no la han visto, así que sólo puedo decir que esta pieza cinematográfica, que raya en lo absurdo, nos presenta simbólicamente el mundo en que vivimos; grotesco, perecedero y sin sentido.

Cabe destacar también la inquietante serie Twin Peaks (1990-2017) creada en conjunto con el director y guionista, Mark Frost, en donde se plasma su necesidad de descubrir mundos sobre mundos, unir la realidad con lo supuestamente fantástico y dejarnos con un mar de cuestionamientos sobre lo que nos sostiene como universo y lo que realmente somos. La serie cuenta con una precuela llamada Twin Peaks: fire walk with me (1992), pieza fundamental para entender lo ocurrido en este misterioso pueblo de Washington.

Teniendo en cuenta esto sobre su narrativa, cabe resaltar la armonía creada por Lynch, un mundo propio que no cualquier artista ha podido desarrollar tan minuciosamente. Creo que todo esto se debe primero al don creativo, que es innato en algunas personas, pero también en el interés de tomar desde distintas aristas artísticas una sólida base para converger en un cine fuera de lugar, oscuro, detectivesco y surrealista. Lo que nos dice este intuitivo director es que, por más que nos segreguemos como creativos, siempre nos veremos influenciados por alguien más; un escritor, un músico, un pintor, un fotógrafo. A través de esta fórmula nacen riquezas visuales que prosperan y se vuelven objetos de culto como lo es el cine Lynchiano.

Sin más preámbulo, les comparto esta galería de imágenes de su filmografía para que se animen a verlas y tomen sus propias conclusiones, que en el caso de Lynch, nos deja un sinfín de preguntas sin respuestas y una puerta abierta al abismo de encontrarle sentido a sus historias.

Cuéntanos, ¿Cuál es tu película favorita de este cineasta?

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