Basta ya de atacar a Summer: ¿Qué es lo que haces luego de 500 días con ella?

Chico conoce a chica. Chicos conquista a chica. Chico lleva a chica a cenar a un lindo restaurante, le cuenta que está buscando una relación seria. Chica invita a chico a su apartamento. Tienen sexo. Chico se va de ahí por la madrugada, sin decir adiós para nunca volver a ver a la chica.

Es un tópico básico del cine chic-lit, las comedias están inundadas de “esos chicos”. Los patanes que usan a la chica para una noche de sexo sin compromiso a base de jugar con sus expectativas. Y todos estamos de acuerdo en que está mal ¿no? Eso de ver a las mujeres como un objeto sexual que se puede usar y tirar sin pensar en sus sentimientos. Malo. Pero nadie pide que rueden las cabezas de esos personajes. No los catalogamos en listas de “quien es el más vil” aunque algunos de ellos rayen la egolatría mas obscena. Sin embargo, la cabeza de Summer ha rodado una y otra vez desde el estreno de la brillante comedia antirromántica, 500 días con ella.

Summer se define como personaje a través de su insumisión. Insumisa ante el sistema que impone como gestionar su vida sexual y sentimental. Summer se rebela ante los cánones y reglas de a quien amar o con quien acostarse. Cuando al final resulta tener una pareja contraria a lo que había dicho en el trascurso de la película se puede entender como hipocresía. Pero no es así, durante toda la película Summer tiene el total control de sus acciones y es consecuente a ese control. Cambia de opinión sobre las relaciones y actúa en consecuencia a ello. Siempre usando su libertad y siempre desafiando lo que la sociedad y, en este caso, el espectador espera de ella.

Tom, por su parte, nunca está en control. Y nosotros a través de él nos sentimos despojados de ese control. Lo usual es que “Chico recupere a chica” en la clásica formula de las comedias románticas. Pero aquí no es así. Vemos a Tom siendo arrastrado por las situaciones que vive, intenta retomar el control a través de la manipulación, pero solo logra hundirse en su propio pozo de auto compadecimiento y depresión. Intentando arrastrar a Summer, en vano. Pero llevándose al espectador con él. Según palabras de Joseph Gordon Levitt:

“Tom puede parecer lindo en la gran pantalla, pero ánimo a todo aquel que esté enamorado de su personaje que vuelva a ver la película para darse cuenta de lo egoísta que es” decía Joseph, y añadía “no le recomiendo a nadie que adopte esta posición en la vida real”.

Al final, Summer solo es una mujer incomprendida. Es honesta a su naturaleza, incluso cuando cambia de parecer. Nunca mintió. Nunca busco hacerle daño a nadie. No recurrió al chantaje emocional. Ni siquiera uso a Tom como un objeto sexual, porque si bien no lo amaba le importaba como se sentía y se lo demostró muchas veces. 500 días con Summer es la historia de amor antes de las historias de amor. Una comedia romance clásica como contaría Tom, con el corazón roto pero dispuesto a ponerse en pies conoce a Autumn. O como Summer, quien nunca creyó en el amor, conoce a alguien que la complementa a los niveles mas íntimos tirando abajo todo lo que había creído hasta ahora. Y funcionaria. Nadie se preguntaría por el pasado tormentoso de los personajes que amamos. Summer no es mala, solo es incomprendida. Es falible, humana y profunda. Juzgada por ser fiel a sí misma. Y Tom es defendido como la víctima. Esa es la cuestión, ¿no?. ¿Qué opinan ustedes?

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