Ya hace un buen tiempo que no juego con ninguna figura de acción (thanks mooom!). Aún así, los Transformers, LEGO y estos juguetes forman una parte esencial no sólo mi infancia, sino también mi vida.
Varios años después, muchos de estos juegos como Transformers y LEGO han sido llevadas a la gran pantalla y otros medios. Pero, ¿cómo empezó todo?
En búsqueda de nuevo contenido
La pésima forma de Netflix en promover su respectivo contenido es material para otro artículo; pero este hecho en particular hace que muchas series increíbles se pierdan en el montón. A esto le agregas mi desinterés por el tema en sí y todo ello resulta en el hecho de como no tomara en cuenta The Toys That Made Us.
Sin embargo, hay algo más poderoso que la firme mano de la madurez… y mi mamá. Ese “algo” no es nada más y nada menos que el aburrimiento.
Tú lo sabes, yo lo sé, ellos lo saben – el aburrimiento es como un arma de doble filo que puede llevarnos hacer algo terrible o algo muy bueno. En este caso, mi búsqueda por algo con que entretenerme, y siguiendo con una inexplicable fiebre de ver series documentales me llevó finalmente darle una oportunidad a la serie.
El Behind De Nuestra Infancia
Todo eso empezó desde abajo. No sólo aquellos momentos de diversión, pero también las compañías que nos brindaron tales experiencias. Y vaya que muchas de sus historias son verdaderamente interesantes.
Acompañado por una dramatización de un momento clave en la historia de la compañia, es ahí donde nos percatamos que estamos ante otro tipo de docu-series de Netflix. Esto no es Making A Murder, Wild Wild County, Evil Genius. Incluso American Vandals podría considerarse depresivo y oscuro ante lo brillante y jocoso de The Toys That Made Us.
Pero esta sensación no se limita a la introducción. Seguido por un preview, el theme song junto a su presentación animada con niños saliendo disparados de los asientos de su auto hacia los estantes de las jugueterías captura la esencia de la niñez misma.
Desde un punto técnico, otra cosa que llama la atención y la distingue de sus otros contrincantes es su montaje dinámico y creativo. Las entrevistas con varios de los fundadores o diseñadores de cada una de las mercancías se apoyan en animaciones que son tanto informativas como hilarantes.
El buen uso de anécdotas y momentos divertidos mezclado con la narración hiperactiva y suelta de Donald Ian Black hace de TTTMU muy adictiva, y le brinda un toque tan único que te mantiene atado a tu asiento, a la vez que te hace estallar en carcajadas.
De una manera muy sutil, la historia también toca temas de gran interés en la sociedad de hoy. La eterna diferencia entre los juguetes para niños y para niñas.
En conclusión
No hagas lo mismo que yo y dejes pasar esta maravilla. Son sólo ochos episodios e incluso si no te interesa en lo absoluto conocer los detrás de cámara, esta puede que sea la excepción. La producción como ya he mencionado, es de lo mejor y el contenido en sí logra agarrar desde el primer instante.
