La vida de los peces: El dolor de no olvidar

La vida de los peces es una película del año 2010 del director chileno Matías Bize. La cinta está protagonizada por Santiago Cabrera (Andrés) y Blanca Lewin (Beatriz).

Andrés viene desde Alemania a cerrar todo lo que lo ata a Chile. Al volver, se encuentra con una fiesta en aquella casa donde todos sus amigos siempre reunían, el lugar donde todas las cosas pasaban… Y siguieron pasando, pues él se reencuentra con Beatriz, su gran amor, quien ya tiene otra vida.

La película La vida de los peces nos hace preguntarnos: ¿Qué pasaría si yo volviera a ver a mi gran amor? ¿Qué haría? ¿Qué le diría? Y es ahí donde comienza el desenlace entre miradas cómplices, entre miradas quebradas, entre palabras atoradas, entre recuerdos perdidos pero no olvidados.

En el transcurso, los personajes se van encontrando y teniendo conversaciones; pequeñas charlas que dicen mucho.

La vida de los peces es de esas películas que te saca tus propias palabras atoradas en algún lugar quebrado de tu pecho. Si eres uno más de los dolidos que nunca logró olvidar, entonces te sentirás identificado. No es de esas películas que yo recomiende cuando estas feliz por la vida, me gusta recomendarla a la gente herida, como yo.

Te vas dando cuenta de que eres Andrés, que hace lo que muchos no hicieron: Sacarse las preguntas atoradas ¿Soy parte de tus mejores recuerdos?

Matías Bize es un gran director de cine, pero debo admitir que sus películas, en general, no serían lo mismo sin la banda sonora que compone su hermano, Diego Fontecilla. Y esta cinta no solo los tiene a ambos, también a la banda Inverness con la canción Nubes, que ambienta una de las mejores escenas de la película que tiene un cameo con su hermano.

¿Qué más podría decirles sin hacer spoiler? Quizás hablar de los silencios. La película tiene eso, que los silencios dicen mucho y las miradas hablan por sí solas. Tal vez nunca me di cuenta, pero quizás esta película es una invitación a que nos atrevamos a decir lo que nos duele y lo que callamos. Un “atrévete a preguntar aunque la respuesta te duela”, porque si no lo haces ¿Cómo podrías continuar?

Tal como dice Beatriz a Andrés:

  • ¿Por qué viniste?
  • Porque te quería ver…
  • ¿Y qué esperabas encontrar?

En el cine hay películas para todos los gustos: para reír, para asustarte, para seducirte, e incluso, algunas te incentivan a tomar impulsos; La vida de los peces tiene algo de eso, te da el pie para que te atrevas a hacer algo, aunque ello te haga sentir vulnerable y corras el riesgo de que esa herida que tienes sin cerrar, se abra y siga sangrando: Al final, puedes decir que por lo menos lo intentaste.

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