Más allá de los blockbuster, Hollywood hace películas brillantes que muchas veces no alcanzan la fama. Les presentamos una lista de joyas poco conocidas que deben descubrir.
En 2016 se estrenaron 736 películas en Estados Unidos, el doble que en el año 2000. Vivimos en la época en que más cine se produce y se consume. Naturalmente muchas de estas películas pasan inadvertidas, apenas recaudando lo suficiente como para que las grandes productoras no se arrepientan de haberlas financiado. Esas cintas multitudinarias que reúnen a millones de espectadores son, la mayoría de los casos, menos del 20% del cine filmándose; eso deja a muchas grandes películas fuera de los tops. Con el fin de darle espacio a esas pequeñas joyas escondidas, les traemos una lista de diez películas estadounidenses no tan famosas que todos deberían ver.
- Coherence (2013):
Ocho amigos en una cena experimentan una cadena de acontecimientos inquietantes debido a la influencia malévola del paso de un cometa.
Ha logrado convertirse en un trabajo referencial en lo que a ciencia ficción dura se refiere. Con un presupuesto de apenas 50 mil dólares, Coherence utiliza un entorno de lo más cotidiano como una cena de amigos para explorar temas como las paradojas espacios temporales mientras explica el teorema de Schrödinger con un puñado de barritas luminosas. Siempre accesible, siempre impactante.
- The Florida Project (2017):
Halley vive con Moonee, su hija de 6 años, en el motel que regenta Bobby, un hombre de aspecto rudo pero de carácter compasivo. A pesar de todos los problemas por los que pasan, para la pequeña Moonee cada día es una nueva oportunidad para explorar el mundo y ser feliz.
Si bien durante el círculo de críticos ganó popularidad cuando no fue nominada a los premios Oscar por Mejor Película, para el público general pasó prácticamente inadvertida. Su director, Sean Baker, llamó la atención de los fanáticos del cine independiente al filmar Tangerine, que fue grabada con la cámara de un iPhone. Con The Florida Project da rienda suelta a sus capacidades, siempre con el deseo de plasmar las vidas de aquellos marginados por la sociedad americana. Tan bella y divertida como triste y real.
- Me and Earl and the Dying Girl (2015):
Un estudiante tímido y su compañera de clase enferma de leucemia se sorprenden a ellos mismos al convertirse en amigos inseparables.
Algunos la llamaron “Bajo la misma estrella bien hecha”, no por falta de razones. Una película juvenil que en ningún momento subestima a su espectador, por lo que cualquier persona de cualquier edad puede encontrarse disfrutando esta joya indie. Una historia simple, pero llena de profundidad que exhibe a unos personajes que rayan lo ridículo y lo carismático al mismo tiempo.
- Elephant (2003):
Dos desequilibrados jóvenes de Portland, Oregon, tienen un elaborado plan para disparar contra sus compañeros de clase.
Ganadora de la Palma de Oro y el premio de Cannes al mejor director, la película de Gus Van Sant (Good Will Hunting, Milk) es un retrato sobre la trágica masacre de Columbine, que más que señalar culpables, plantear preguntas o soltar respuestas, muestra algo que muchas veces los medios olvidan ante estas situaciones: el drama humano de las vidas que se pierden. A momentos compasiva, a momentos terrorífica.
- Drive (2011):
Un conductor es un habilidoso doble de cine de Hollywood que trabaja como piloto para unos criminales. A pesar de que parece un hombre frío, últimamente se ha sentido atraído por una hermosa vecina llamada Irene y su joven hijo, Benicio. Cuando el marido de Irene sale de la cárcel, él le pide ayuda al chofer en un robo millonario. Sin embargo, el trabajo no sale bien. Él arriesga su vida para proteger a Irene y Benicio de unos criminales.
Drive no es una película desconocida; en parte por la actuación de Ryan Gosling, en parte porque Nicolas Winding Refn es uno de los directores modernos que mas ha llamado la atención, pero dentro de la categoría de películas de acción suele estar hasta el fondo. Neo-noir con colores neón, una oda a la violencia estilizada. Drive es una película que aun con su estilo que va de lo pausado a lo frenético siempre satura los sentidos del espectador con su identidad estética tan característica. Uno de los mejores films de la década.
- Before Sunrise (1995):
Un encuentro casual entre un joven estadounidense y una estudiante francesa da pie a un romance de 14 horas en Viena.
Que una de las mejores películas románticas de todos los tiempos no sea tan famosa como cualquier adaptación de un libro de Nicholas Sparks es la definición de tragedia. Before Sunrise no se sirve de una secuencia de situaciones románticas para construir una historia de amor. Solo necesita una conversación tan larga como toda una noche para unir y enamorar a sus personajes. Visualmente hermosa, profunda, romántica y lo más importante: sincera.
- Lost Highway (1997):
Fred Madison, un músico de jazz que vive con su esposa Renee, recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Las sospechas de que algo raro está pasando se tornan terroríficas cuando ve la siguiente cinta de video…
David Lynch lleva bastante bien eso de hacer obras de culto, su película más famosa es la mítica y obtusa Mullholand Drive. Pero Lost Highway es una opción perfecta para aquellos que deseen explorar el cine más oscuro y extraño de los 90’s. Una historia inquietante que, entre metáforas, es un descenso al infierno personal del protagonista.
- Nightcrawler (2014):
Un camarógrafo independiente cada día llega más lejos para conseguir imágenes de los crímenes espeluznantes que suceden en las calles oscuras de Los Ángeles.
En su día llamó la atención, pero actualmente es una joya olvidada. Nightcrawler es la prueba definitiva de que Jake Gyllenhaal es uno de los mejores actores de su generación. Una película oscura y de un apetito enfermo e insaciable con uno de los mejores antihéroes que se hayan visto en los últimos años. Muy de acorde a su protagonista y al espíritu de los medios de comunicación masivos.
- Columbus (2017):
Un hombre se encuentra atrapado en Columbus, Indiana, donde su padre arquitecto está en coma. El hombre conoce a una joven que quiere quedarse en Columbus con su madre, una adicta que se está recuperando, en lugar de perseguir sus sueños.
Los coming-of-age usualmente se sirve de las películas de carretera para explorar el viaje hacia la madurez. Columbus por su parte utiliza el silencio, la parsimonia y la arquitectura para hacer su viaje introspectivo. Hermosa, sutil y visualmente reflexiva. El neo realismo que el cine necesita y la opera prima de Kogonada, un director al que vale la pena seguirle la pista.
- Wind River (2017):
Una agente del FBI colabora con un veterano rastreador durante la investigación de un asesinato cometido en una reserva de nativos americanos.
Elizabeth Olsen y Jeremy Renner se unen para una de las mejores películas de su año. Wind River suma puntos de tensión hasta que llega al punto de explotar y cuando lo hace, estalla fuerte.
Los lobos no matan a los ciervos sin suerte. Matan a los débiles.
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