Una exitosa presentación se vivió en un Movistar Arena repleto. Dios Salve a la Reina, banda de procedencia argentina, demostró sus 20 años de trayectoria y por qué es el tributo oficial de Queen, una de las bandas británicas más importantes de todos los tiempos.
Se apagaron las luces y We will rock you (fast versión) daba inicio a un concierto imparable, donde la calidad vocal de Pablo Padín nos permitió disfrutar al más puro estilo Wembley. Pero no todo el trabajo se lo llevó el intachable frontman; las guitarras, los rulos y los coros de Francisco Calgaro (Guitarra, teclados y coros) ofrecían sentir que estábamos disfrutando de un Brian May en su mejor época. Luego de escuchar y cantar Somebody to Love, Fat Bottomed Girls, Killer Queen y Keep Yourself Alive, vino el turno de Under Pressure, donde Ezequiel Tibald (bajista) tenía la gran tarea de dar inicio a la única canción que junta a Queen y David Bowie, sorprendiendo y deleitando a todos los asistentes. La cúpula se envolvió de sentimientos encontrados, durante casi cinco minutos el duque blanco nos acompañó y pudimos, de cierto modo, revivirlo.
Fotos por Paola Gárate Espinoza
El concierto se vivió sin imprevistos, el sonido envolvente de una batería ejecutada por Matías Albornoz (batería y coros) logró que nadie quitara la vista del escenario, aunque cabe destacar que cuando los primeros acordes de Bohemian Rhapsody sonaron, el público, quien todo el tiempo estuvo sentado, comenzó a ponerse de pie y a tomar una postura menos tímida. En We Are the Champions esta timidez se vio obsoleta y al unísono todos generaron una experiencia extraordinaria, sonidos eletrizantes que nos pusieron la piel de gallina. Más tarde, cuando la banda daba por cerrado un espectáculo de lujo y algunos comenzaron a retirarse, volvieron al escenario (como era de esperarse) con un ‘’Freddy Mercury’’ disfrazado en su tan recordado traje de mujer listo para interpretar I want to Break free, The Show Must Go On y cerrando con la belleza de Don’t Stop Me Now.
Un show de aquellos.
Nota por Lucas Castillo
