Visitor Q: Una fantasía de cuentos… enfermizos

No te puedes perder esta obra japonesa del 2001, creada a manos del controvertido y brillante director de cine Takashi Mike.

En esta cinta veremos cómo el día a día de una familia “tradicional’” japonesa marcada por una total disfuncionalidad, que es interrumpida por la llega de un visitante (Q), quien básicamente llega a ellos
luego de golpear en la cabeza con una roca al padre de esta. Su misión es liberar a cada uno de ellos de las ataduras de sus propios traumas y miedos para al fin florecer.

Iniciando el film, nos encontramos con una escena de sexo incestuosa entre un padre y su hija adolescente. Poco a poco podrás conocer desde dentro de la piel a cada uno de los individuos que viven esta tragicómica vida enferma y perturbada.

Un padre periodista que realizando un documental fue violado y grabado por su propia cámara; una hija que se prostituye por un poco más de dinero; una madre insatisfecha sexualmente, que es golpeada brutalmente por su hijo que cae en el consumo de heroína, para poder cantarle una canción de cuna al dolor que vive diariamente; y
finalmente, el hijo menor de la familia, violentado por sus compañeros de colegio, siendo incapaz de hacer algo por defenderse, descarga toda su rabia y frustración sobre su vulnerable madre, que incluso me atrevería a decir, que verlo agredir a su progenitora de forma tan salvaje, es una de las cosas que me hizo detener la película por unos minutos para poder digerir lo que estaba observando.

Visitor Q tiene una duración de casi un hora y media, que nos hará sentir muchísimas sensaciones juntas. Te podría
asegurar que el desagrado es lo menos que experimentaras. Con un aspecto tipo documental casero que potenciara el contenido y contexto de esta. Un poco de humor negro y bizarro con toques de gore y violencia, harán que te preguntes (¿por qué le hice caso a esa reseña?).

Aún así, no todo es violencia o acciones sin sentido. Dentro de este surrealismo podremos probar el sabor ácido de las críticas a la sociedad japonesa y sus temas tabúes. A su vez, experimentar como un cuento tan enfermo y
retorcido, termina de una forma muy bella -(dentro de lo que se puede claro)-, y nos demuestra que
debemos dar todo para lograr se felices.

Visitor Q nos recuerda que no existe nada mejor que el amor de la familia.

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