Maite Alberdi sigue triunfando con su último trabajo, que esta vez se presenta como un falso documental. La trama ronda a un anciano que queda viudo y que busca encontrar salidas para tratar de continuar su vida, aunque de cierta forma, ese es solo el inicio, ya que no se centra en la vida de Sergio, sino que en lo que lo rodea en un hogar de ancianos.

¿Cómo te sientes al estar en el festival? “El tema de los festivales para nosotros como equipo, ha sido triste. Hasta cierto punto por lo que ha ocurrido este año. Nosotros veníamos con todo este ímpetu de que es una película que nos encanta que la gente vea junta, que se comparte mucho y que tiene una energía distinta. Cuando la sala está llena y vivimos eso en Sundance, estábamos felices y no alcanzamos a ir a ningún otro festival. Se nos cortaron un poco las alas. Ahora, es primera vez que volvemos a presentar El Agente Topo frente al público, y fue verdaderamente emocionante. Yo creo que ninguna se podía contener la emoción de volver a estar frente frente con la audiencia y ver sus reacciones, ya que con todo el contexto de pandemia, todo se resignifica, tiene todo distinto, aunque es una película que igual la gente podía ver en sus casas con su familia, y eso ocurrió este año. Ha sido digital la experiencia y como equipo estamos muy contentas. “

Sergio es un espía chileno. O algo parecido. Al menos, se le ha ofrecido este trabajo después de un casting organizado por el detective Rómulo, un investigador privado que necesita a un topo creíble para infiltrarse en un hogar de jubilados. La cliente de Rómulo, una hija de una residente, sospecha que su madre podría estar siendo maltratada, por lo que le contrata para descubrir qué es exactamente lo que está sucediendo en la residencia. Sergio, sin embargo, tiene 83 años y no es precisamente el agente 007, por lo que no le resulta nada fácil aprender a manejar la tecnología y la metodología de espionaje. Mientras trata de recolectar pruebas, Sergio entabla amistad con algunos de los jubilados y se da cuenta que la supuesta terrible verdad que buscaba no tiene absolutamente nada que ver con lo que tanto él como Rómulo habían sospechado.