Adrián Solar: ‘El Castigo’, su éxito internacional y premiación en Beijing

Adrián Solar es productor de la película 'El Castigo', pero también amigo del director Matías Bize, con quien viene trabajando desde los inicios de su carrera.

Conversamos con el destacado productor chileno Adrián Solar, actualmente radicado en Alemania. Más conocido como ‘El Padrino’ dentro de la industria nacional, su carrera se ha destacado por muchas razones, pero una de ellas ha sido la trayectoria que tiene de la mano del director Matías Bize, con quien viene trabajando desde sus inicios.

La última producción, ‘El Castigo’, ha tenido un recorrido imparable en diversos festivales de cine tanto en Chile como en el extranjero, siendo uno de los últimos, el Festival de Cine Internacional de Málaga, donde Bize obtuvo el galardón como Mejor Director. Mientras el productor se encontraba en Los Premios Platino donde la película contaba con la nominación a Mejor Actriz por la maravillosa interpretación de Antonia Zegers.

Entre tanto viaje y premiaciones ¿Cómo fue tu llegada al Beijing International Film Festival?

El lunes 24 de abril el Aeropuerto de Berlín canceló todos sus vuelos por huelga de los controladores de seguridad, por lo que no pude tomar mi planificado vuelo a Beijing. Me enteré de esto el domingo 23 de abril en Madrid, post Gala Platino, por una llamada del Festival de Beijing, donde además me informan que mi vuelo y ruta habían sido modificado. Tuvé que volar el martes 25 de abril, vía Ámsterdam, para llegar el miércoles 26 por la mañana y estar presente en la última función de EL CASTIGO, presentar el filme y tener el único Q&A posible.

Viajé con el equipo de la película TOTEN (México) y CONDUCIENDO A MADELEINE (Francia). Cuando llegamos al aeropuerto, fuimos recibidos por el extraordinario equipo de atención de huéspedes, que rápidamente me entregan mi plan de actividades y me dan algo de tiempo para prepararme para el coloquio. Yining, la señorita  encargada de cuidar que todo esté en orden y de cuidarme, despliega una tremenda cortesía, cultura cinematográfica y habilidades idiomáticas que me transmiten mucha seguridad, y durante todo el Festival.

¿Cómo fue la recepción de la película en China?

Llegué al cine a la función de media tarde (15:45). Para mi sorpresa, me entero que las entradas estaban agotadas y que también el Embajador chileno se encontraba en la función.

Me fui por un café para espabilarme mientras dura la proyección y volver a conversar con la audiencia. De pie frente a este publico, me sorprende la juventud de los espectadores (entre 20 y 25 años la gran mayoría), y sobre todo, el tremendo interés en participar del coloquio. Entiendo, para mi satisfacción y emoción, la universalidad de la temática de nuestra película ‘El Castigo’. Un excelente conversatorio que se debe interrumpir por lo avanzado de la hora. La conversación continúa intensamente fuera del cine. Me afectan mucho las lagrimas de las mujeres y la solidaridad de los jóvenes. Son momentos en los que me doy cuenta de que me puedo seguir enamorando de nuestra película.

¿Cómo te sentiste en general en tu paso por este festival?

Muy contento. Ahí me enteré que postularon un total de 1.480 películas de 93 países, lo que ya me hace sentir muy a gusto por que hayan seleccionado ‘El Castigo’.

Lo único que lamentaba, era no haber estado con Matías Bize, director de la película, quien por enfermedad no pudo acompañarme. Lo siento mucho por él. Lamentablemente se perdió una gran e inolvidable experiencia. Debo aclarar que hace más de 15 años que viajamos por diferentes festivales en diferentes lugares del mundo y con sus distintas películas, pero nunca en China.

Cuéntanos sobre la gala donde recibiste dos premios: Mejor Película y Mejor Actriz

El día de la Ceremonia de Clausura nos llevaron al Centro de Eventos. Las distancias y el tráfico son una locura. Logramos llegar después de 90 minutos de viaje. Me toca pasar primero por la Alfombra Roja, entiendo poco, pero no me siento solo. Después me llevan a una especie de Ensayo General, donde está el Jurado y muchos asistentes que hacen con agitación y eficiencia su trabajo. Me dicen cual es exactamente el protocolo que debo respetar en “caso de tener algún Premio”, veo que también está el equipo de la película mexicana y la francesa. Pienso “todos tendrán que pasar por esto”.

Mientras continua la espera y las conversaciones entre los seleccionados, siguen siendo muy cordiales, pero a la vez percibo en el aire hay un Premio para nosotros. Me digo “valió la pena este tremendo viaje. Las personas que conocí, el contacto tan emotivo con un público que me parecía tan lejano y mejor aún, por llevarnos un Premio”.

Al entrar ya formalmente al lugar de la ceremonia, con ese tremendo escenario, veo que nos acompañan amigos de la Embajada de Chile, también Sergio Cabrera el Embajador de Colombia y gran cineasta (La estrategia del Caracol), el Embajador de Argentina y también el de México.

La entrega de Premios fue cargada de emociones y alegrías. Cuando anuncian el Premio a Mejor Actriz para Antonia Zegers y para Line Renaud (Condiciendo a Madeleine) nos dimos un gran abrazo con el director Christian Carion, con quien subimos a recibir el Premio otorgado a las dos protagonistas. Además, ya habíamos compartido bastante tiempo con él y su esposa en los días previos. Posterior a esto, la Directora mexicana, Lila Avilés, recibe el Premio a la Mejor Dirección. Yo ya estaba feliz y relajado con el Premio para Antonia, por lo mismo el Premio a la Mejor Película me toma totalmente desprevenido. Me emociono muchísimo, una sensación que casi no puedo contener. Dedico el Premio a Matías y remarco que se trata “de una de los mejores directores de cine Iberoamericanos del momento” y también a “todas aquellas mujeres que deben renunciar demasiadas cosas importantes en su vida para asumir la maternidad”.

Aplausos, abrazos, garganta apretada, muchas fotos y una alegría enorme.

Extrañamente, no hay recepción post Gala, hubo una la noche anterior. Así que a tomar buen vino francés con Christian, su esposa Laure y nuestra fiel acompañante, Yining que rápidamente organizó restaurante, vino francés y comida.

En ese momento nos damos cuenta que el vuelo de Ámsterdam a Beijing llevaba a los tres (no chinos) ganadores de 6 de los principales premios. Un vuelo inolvidable.

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