“Desde que puedo recordar, nunca he tenido miedo. Miedo al fracaso o decepcionar a las personas, herir a las personas o ser herido. Pensé que al levantar mi guardia y al enfocarme en otras cosas, en otras personas, ni siquiera lo sentiría, que ningún daño llegaría. Lo arruiné. No sólo apagué el dolor. Apagué todo. Lo bueno y lo malo… hasta que no hubo nada.”

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