Hagamos un repaso por la deconstrucción del superhéroe

Watchmen, the Boys y ahora Invencible, hablemos de la deconstrucción del superhéroe. Queremos conocer sus opiniones

Si viendo una película de Marvel se te ocurrió que quizás no era una interpretación muy fidedigna de lo que significaría la existencia de entes super humanas en un mundo tan perverso como lo es el mundo real, entonces estas historias son para ti.

La reciente adaptación a serie del cómic Invencible, de Robert Kirkman, logró una gran recepción en el público y la crítica desde su estreno el pasado mes de marzo. Se trata de una ácida sátira de la representación del clásico arquetipo del superhéroe, o de manera más precisa, una deconstrucción. 

Mediante interesantes giros de tuerca y gráficas escenas de violencia visceral, cuenta la historia de un joven llamado Mark, hijo de Omni Man (el héroe más poderoso de la tierra) cuya vida da un giro después de que un grupo de superhéroes de élite al que pertenecía su padre fueran asesinados en misteriosas circunstancias, siendo Omniman el único sobreviviente.

Aprovechando el furor de Invencible, el público pone una vez más en discusión al género de la deconstrucción del héroe, ya que la obra de Kirkman recuerda con nostalgia a otras dos conocidas historias que parten de ese concepto: Watchmen de Alan Moore y The boys de Garth Ernis (La cual recordamos, también tiene una muy buena adaptación por parte de Amazon).

Las tres producciones parten de la idea de hacer una reinterpretación de las historias de superhéroes, cuestionando las características que normalmente les son adjudicadas, humanizandolos. Pero va incluso más allá, pues en ocasiones parte del supuesto de que mientras mayor sea el poder que tengan mayores las probabilidades de acabar corrompiendose, volviéndose sólo héroes en apariencia, pero maniacos ególatras en esencia.

De la otra cara de la moneda, tampoco es que hay que quitarle el mérito a franquicias multimillonarias de la talla de Marvel o DC Cómics. Es cierto que, a excepción de algunos casos, claramente sus producciones no están pensadas para ser grandes obras revolucionarias del pensamiento. En general, sus adaptaciones cinematográficas jamás me resultaron de mucha riqueza narrativa, por el contrario, en la actualidad las más populares tienen una personalidad que recae únicamente en readaptar los mismos arquetipos de siempre. Pero eso es algo que el público y sus admiradores no ignoran, ya que el encanto está en lo vigorizante de ver a un ídolo cuasi perfecto al que uno quiere aspirar.

Y a raíz de eso vale la pena preguntarse, ¿Pero por qué alguien querría ver una historia donde su género de confort es reinventado para dar lugar a un producto que genera incomodidad en el contemplamiento del mismo?

Siempre llega un punto donde surge una corriente que explora la decontrucción de un concepto popular. Esto suele suceder cuando el argumento inicial ha sido explotado hasta que los que ya empezaban a cuestionarlo, lo comienzan a manifestar desde su propia perspectiva. En esta ocasión, comentaremos tres grandes historias del subgénero de la deconstrucción del héroe. 

1.- Watchmen

Era el año 1986 cuando se publicó el cómic que cambiaría las reglas del juego, probablemente de no haber existido a alguien más se le hubiera acabado ocurriendo algo similar. Pero fue el hombre detrás de la obra el que hizo funcionar de una forma espléndida aquel tétrico relato que criticaba y casi se burlaba de lo que se había pensado sobre el género de superhéroes.

Watchmen es un cómic desarrollado por el influyente escritor británico Alan Moore, el cual, después de una serie de éxitos definitivos, sacudió una vez más al mundo con esta historia que usa al universo hipotético que los superhumanos para contar una analogía sobre la hipocresía de la sociedad, en especial a través de eventos de la historia estadounidense. Pero sobre todo, Watchmen nos pone en el lugar de unos superhéroes que tienen una responsabilidad tal con el bien utilitario de la humanidad que son poco a poco despojados de sus ideales morales, empujados a cometer atroces actos en favor de causas mayores, en favor de la salvación.

Aquellas decisiones que un relato convencional de superhéroes nos plantearía como evidentes, ahora se desarrollaban como conflictos que provocan una intensa disonancia cognitiva en nuestro ídolo de turno favorito, hasta el punto de que uno no quisiera encontrarse en su posición. 

El relato parte de hechos de la vida real como la Guerra Fría y Vietnam. Haciendo uso de personajes que hacen referencia héroes como Batman, Wonder Woman y The Question, narra la historia de los Vigilantes, un grupo de héroes que en su momento sirvieron al gobierno de los Estados Unidos para lograr abrirse paso por encima de sus adversarios políticos, pero ahora se refugian tratando de vivir una vida mundana. Sin embargo, uno de ellos es asesinado en lo que parece ser un complot, hecho que los obliga a juntarse de nuevo, mientras que al paralelo el mundo está acechado por la inminente llegada de una guerra nuclear.

2.- The boys

Haciendo uso una vez más de la apropiación de la estética de los héroes más conocidos del género, The boys presenta un mundo donde los héroes son idolatrados y tratados como figuras públicas o incluso celebridades, siendo invitados a programas de TV, contando con merchandising y siendo usados como medio publicitario del estado. 

La serie muestra de lleno como un grupo de personas con habilidades especiales en este mundo no harían más que hacer lo que la gente ya hace con la acumulación de bienes económicos, la fama y la fortuna: posicionarse en lo más alto de la pirámide social. De esta forma, ejercen un control más eficiente aún que la fuerza bruta, una mezcla de tanto de imponer miedo cómo hacer sentir seguridad a la población de que los héroes son una clase de patrimonio nacional que no hará más que protegerlos (mientras no se les ocurra revelarse).

Dentro de todo este caos, se nos presenta el personaje de Hughie, un joven que un día fatídico presencia la muerte de su novia a causa de un Superhéroe que es una clase de parodia de flash, el cual en un descuido atraviesa el cuerpo de la muchacha mientras está emprendiendo una huida. Pero al percatarse no hace más que seguir su camino.

Este hecho marca un hito en él, a raíz de eso es que decide que el legado de los superhéroes tiene que terminar y se une a un grupo de mercenarios conocidos como “The boys”. Sin embargo, esto es apenas el comienzo, ya que el máximo villano de la serie no es nada más que una versión sádica y maquiavélica de Superman, llamado Homelander, cuyo poder y psicopatía son la combinación perfecta para acabar con todo adversario a su paso.

3.- Invencible

Finalmente, Invencible ha resultado para mi la gran sorpresa del año, su sencilla animación y lo poco que conocía del proyecto original no me generaron mayores expectativas, pero darle una oportunidad fue de las mejores decisiones que pude tomar, ya que la historia rápidamente toma un rumbo sumamente oscuro e interesante.

La gran revelación exclusiva para el espectador que nos deja la serie a penas en el primer capítulo es que (en una batalla sumamente gore y grotesca) Omni Man fue el que acabó con todos sus compañeros héroes, dejando el misterio de por qué y cuáles entonces son sus verdaderas intenciones.

Mark por otro lado, es un carismático personaje que en su inocencia y entusiasmo por seguir el legado que le corresponde, ignora una verdad que al salir a la luz cambia su vida por completo y lo hace cuestionarse todo ese mundo del que siempre soñó formar parte. Esto es un ejemplo claro de lo que un lector siente al familiarizarse con este sub-género.

Además de contar con un elenco impresionante con nombres como J.K Simons, Seth Rogen, Sandra Oh y Steven Yeun, Invencible es una serie magnífica en construcción y desarrollo de personaje. La madre de Mark, por ejemplo, Debbie, es un personaje rico en matices y no uno plano y de complemento como suelen ser los personajes en ese rol. Ella tiene todo un arco independiente sobre cómo va dudando de la palabra de su esposo incluso antes de conocer la verdad, y cómo a pesar de ser un humano simplemente, es valiente y siempre encuentra la fortaleza para hacerle frente sin miedo a todos. Estas son características primarias en ella y que le heredan al protagonista la verdadera resistencia de dónde viene su pseudónimo, no de la fuerza bruta y carácter arrogante de su padre. 

Y vaya villano que tiene esta serie. Con una personalidad absolutamente manipuladora y calculadora por momentos uno se siente cautivado por él, me gustaría explayarme muchísimo pero no tengo ánimos de hacer más spoilers porque verlo uno mismo es una experiencia sin comparación.

Pero regresemos a la temática, Invencible es un híbrido entre una historia convencional de superhéroes y otra que no lo es, muchos villanos no tienen mucha argumentación detrás de sus acciones y solo sirven del papel de villanos, pero hay otros con los que es otra historia, gozan de una construcción tal que entendemos que para ellos el mundo no se trata de blancos y negros y cada acción por más maligna que parezca, es un medio para lograr un cometido mayor, y desde su visión, más importante. Al igual que Mark, el espectador sufre una gran confusión al tener que asimilar que aquello que representaba el bien en el mundo no es más que una careta.

La serie plantea personajes con personalidades entrañables y subtramas igual de interesantes y abundantes en giros de tuerca. Escenas de acción y violencia impresionantes que le otorgan un realismo único a la serie, y una verdadera ansiedad de saber que en este universo cada batalla puede traer consecuencias realmente fatales e incluso la muerte.

Este concepto en el mundo cinematográfico tiene una gran riqueza y potencial, cada una de estas producciones aunque similares en planteamiento, tienen características únicas que valen la pena explorar, incluso si uno no es muy fan del universo de los superhéroes.

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