“Black Summer”: Lo nuevo de los Red Hot Chili Peppers

Repasamos el esperado regreso de John Frusciante y el nuevo material que acaba de lanzar la banda de Los Ángeles.

John Frusciante nació en Nueva York, un 5 de marzo de 1970 y podemos decir, sin miedo a errar, que ha sido el gran amor de los Red Hot Chili Peppers, banda de la que formó parte en tres etapas; desde 1988 hasta 1992 (tras la muerte del guitarrista Hillel Slovak), desde 1998 hasta 2008, y desde 2020 hasta la actualidad. El impacto que ha tenido el guitarrista en el conjunto de Los Ángeles ha sido tal que, si bien ha estado ausente en veinticuatro de los treintaisiete años de trayectoria de la banda, no podemos disociar su música, de la versión plena que nos imaginamos cuando nos hablan de los Chili Peppers. Frusciante es sinónimo de buenas noticias para la banda. Lo fue en el lanzamiento de Blood Sugar Sex Magik, en su regreso para la edición de Californication sobre el final del milenio y durante la despedida encubierta que fue el disco doble de Stadium Arcadium en 2006. No fueron menores las expectativas, al oír en 2020 (uno de los peores años que nos ha tocado vivir) que John Frusciante volvía a formar parte de la banda de sus amores.

Este 4 de febrero pasado el conjunto acaba de lanzar “Black Summer”, una pieza que supo cargar de ansiedad hasta el último de los fans, aun antes siquiera de comenzar a sonar. La canción (la primera con Frusciante en la guitarra en quince años) es un mimo a la nostalgia y, a la vez, un testimonio de la siempre joven música de los Chili Peppers. Una máquina del tiempo a 2006 y, al mismo tiempo, un vistazo ansioso a lo que la banda prepara para abril de este año.

Si el tema puede resumirse perfecto, es a través de las palabras del mismo Anthony Kiedis: “riffs melancólicos, coros de himnos y melodías suavemente cantadas”. Todo eso que nos dispara Frusciante en la cabeza y que, en el contexto musical que aportan Michael Flea Balzary y Chad Smith, dan como resultado, piezas maestras como el aclamado Californication (1999) o el resistido By The Way (2002). El regreso es a todo trapo: las guitarras en plan Hendrix, fieles al sonido típico de Frusciante que defiende la escuela del virtuosismo y la interpretación por sobre la de la técnica y la velocidad, nos recuerdan desde el minuto cero por qué le ha hecho tan bien al producto musical de la banda. La batería, pieza por pieza, pareciera un track acelerado de la percusión del tema “Californication”, corte de difusión del disco homónimo de 1999. El bajo nos sorprende y acompaña. No salta al frente como en “Around the World” o “Readymade”; se presta al momento y asiste a la verdadera vedette de la canción, el regreso de John Frusciante a las filas de los Red Hot Chili Peppers. Por su parte, Kiedis no decepciona y se desliza por la canción haciendo gala de las dotes vocales que supo ir puliendo durante la etapa de Josh Klinghoffer como guitarrista de la banda: un periodo de gran calidad musical que nos dejó algunas de las mejores composiciones del conjunto y en el que la amplitud fue el signo solar. La salida de Klinghoffer, una distanciación en buenos términos y no una ruptura de lazos musicales, nos dejó dos grandes discos (I´m With You, The Getaway) y el testimonio de que una de las relaciones más simbióticas entre bandas sigue viva: la eterna hermandad musical entre los Chili Peppers y Pearl Jam.

A principios de los 90´s, Jack Irons, baterista de los Peppers en ese entonces, pondría en contacto a Stones Gossard con Eddie Vedder y facilitaría la formación de Pearl Jam. Luego Irons formaría parte de la alineación oficial del conjunto de Seattle. A mediados de 1991, durante la gira como teloneros de los Chili Peppers, Pearl Jam escribiría “Dirty Frank”, un lado B que se lanzó en Lost Dogs y que ilustra perfecto la influencia que los californianos tuvieron sobre la banda. Treinta años después, damos otra vuelta al universo y Klinghoffer se retira de los Red Hot Chili Peppers para hacer gira con Pearl Jam, avisándonos que la música está de fiesta y que una nueva era Frusciante está por arrancar.

“Black Summer” suena a un tema ensamblado, a una primera aproximación al antiguo pleno funcionamiento de la banda. Como si hubiera sido escrito por partes y atado por los bordes. Una suerte de Frankenstein de lo que la banda supo ser. He aquí el punto con el monstruo: se le podrán ver las costuras, pero sigue siendo un milagro de la naturaleza. La canción, una pieza para disfrutar, escrita enteramente alrededor de la figura del guitarrista, es más por lo que aún no es que por lo que suena; desde el primer acorde saturado de reverb hasta el último estallido de la batería, “Black Summer” es la promesa cumplida de la resurrección de John Frusciante y la prueba cabal de que lo que los Chili Peppers nos tienen preparado en el estudio estará a la altura de nuestra infinita nostalgia.

El nuevo disco de los Red Hot Chili Peppers verá la luz este 1° de abril. Llevará el título Unlimited Love y será lanzado a través de Warner. El duodécimo trabajo de estudio del cuarteto californiano contará con diecisiete canciones. A su vez, la banda anunció una gira mundial para junio de este año. Mientras, esperamos la confirmación de la hoja de ruta de la banda y nos mordemos de ansiedad al acecho de un nuevo adelanto.

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