Pablo Larraín: “La impunidad es lo que tiene fracturado Chile”

Revisa todo lo que dijo el director Pablo Larraín, el elenco conformado por Alfredo Castro, Gloria Münchmeyer, Paula Luchsinger y el productor Juan de Dios Larraín en la 80° edición del festival de cine de Venecia.

En una reciente conferencia de prensa, el director chileno Pablo Larraín habló sobre el proceso de creación de su nueva película, “El Conde”. La película, que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, es una sátira oscura y perturbadora sobre el dictador chileno Augusto Pinochet.

Larraín comenzó hablando sobre su interés en la figura de Pinochet y cómo se le ocurrió la idea de la película. Explica que quería explorar el lado oscuro de Pinochet, su crueldad y su capacidad para el engaño.

“Pinochet fue un personaje complejo”, dijo Larraín. “Era a la vez un hombre cruel y despiadado, pero también era muy carismático y seductor. Quería explorar ambos lados de su personalidad en la película”.

Larraín también habló sobre el desafío de crear una película que fuera a la vez divertida e inquietante. Larraín quería que la película fuera una sátira, pero también quería que fuera una reflexión seria sobre el tema del mal: “Quería que la película fuera una experiencia catártica. Que los espectadores se rieran y se asustaran al mismo tiempo. Quería que pensaran sobre la naturaleza del mal y sobre cómo puede existir en el mundo”.

En cuanto al proceso de rodaje, Larraín habló sobre la importancia de encontrar el tono adecuado para la película. Quería que la película fuera visualmente impactante, pero también quería que fuera sutil en su crítica a Pinochet: “No quería hacer una película que fuera una simple caricatura de Pinochet. Quería que la película fuera una reflexión más profunda sobre su legado”.

Al referirse al elenco y sus actuaciones, Larraín hace hincapié el destacar el trabajo Jaime Vadell, que para él, da una interpretación magistral de Pinochet. Vadell es capaz de capturar la complejidad de Pinochet, su carisma y su crueldad. Al referirse a su elenco dijo:

“He trabajado con muchos actores y me formé con el maestro Alfredo Castro. He aprendido ha poder enfrentar a los actores de distinta manera. Los actores son todos muy distintos. Alfredo da muchas cosas en distintas tomas y va formado el personaje en la medida que va ocurriendo. Igual que Gloria Münchmeyer. Son actores que van intuitivamente el personaje. Yo soy un director que no ensaya mucho. No me gusta y no lo entiendo. Por otro lado, la Paula va tallando el personaje en la medida que ocurre. Pero Jaime Vadell tiene algo muy especial que no me había tocado ver nunca. Quizás por su edad y el lugar en el que esta en su vida, él prefirió hacer pocas tomas. Hacíamos una toma, dos tomas o tres tomas cuando era mucho. En ninguna de esas toma durante todo el rodaje, él estuvo mal. Es la primera vez que el 100% de las primeras tomas de un actor, sirven. Entonces en el montaje con Sofía Subercaseaux teníamos que decidir que camino tomar, porque en todo lo que grabamos él estaba bien.”

“Jaime Vadell es un actor increíble. Es capaz de encarnar el lado oscuro de Pinochet con una gran intensidad. Además es primera vez en mi carrera que me enfrento a su modalidad de trabajo. No sé si es porque él ya es mayor, pero no quería filmar mucho. Hacíamos una toma de una escena, dos o como máximo tres. Y su actuación era perfecta. Cuando hacíamos más de una toma, en post producción fue difícil decidir que escena quedaba, porque lo hace increíble.”

En la conferencia de prensa, preguntamos directamente al director sobre la impunidad que plantea en su película, citando el caso de justicia respecto al secuestro y asesinato de Victor Jara, donde finalmente la justicia actuó pero el militar decide suicidarse y la historia termina en impunidad nuevamente.

Pablo Larraín dijo: “Es un caso conocido que llega 50 años tarde. Pero también sabemos que la cantidad de personas que cometieron esos crímenes y están libres. Ese número es mucho más alto de quienes han sido condenados. No sabemos donde están esos cuerpos, no sabemos quienes actuaron, no sabemos quienes torturaron, hay solo algunas personas presas, y esa impunidad es lo que yo creo que tiene fracturado Chile. Para mi hay fuerzas que circulan y una de ellas es la iglesia católica.”

Paula Luchsinger nos comenta: “Para mi está es una película necesaria. Estamos en la conmemoración de los 50 años del golpe militar y luego por 17 años los derechos humanos fueron sistemáticamente violados. Lamentablemente, hoy en día, hay un resurgimiento de la figura de Pinochet, de la extrema derecha. Esta película muestra lo que hizo y los horrores que comentió. Eso es necesario para que nunca más pase. Este resurgimiento lamentablemente no es solo en Chile, es en todo el mundo y creo que El Conde nos advierte que puede pasar si empezamos a cuestionar la democracia. Así que espero que esta película ayude a la conversación y que todos estemos de acuerdo en que algo así no pueden volver a pasar, ni en nuestro país, ni en cualquier parte del mundo.”

Respecto a la iglesia hubo dos partes: Una parte que defendió y ayudó a las víctimas y otra parte que logró poder en la dictadura. Creo que así como estuvo esa contradicción, mi personaje también tiene esas contradicciones. Mi personaje es enviada por la iglesia católica para matar a Pinochet y recabar información, y dinero. Pero ella se ve seducida por la oscuridad y arma su agenda personal, buscando convertirse en inmortal. La contradicción es parte de mi personaje.

Alfredo Castro habla sobre los años que lleva trabajando con el director: “He tenido el honor y la suerte de trabajar con él en la mayoría de sus películas, y creo que la impunidad es algo que atraviesa la cinematografía de Pablo Larraín, constantemente, y surge de un momento histórico que llegada la democracia en Chile, el presidente electo Patricio Aylwin, dice que “Habrá justicia en la medida de lo posible”. Yo creo que ahí este país se hundió definitivamente, y que nos ha costado carísimo que no hubiera justicia, no en la medida de lo posible, sino justicia total. Entonces, creo que Pablo toma muy bien ese concepto y ese momento de la historia en muchas de sus películas, y esta es una de ellas. E insisto que la única forma brillante de tratar ese tema es textura y la forma en la que Pablo filmó está película.”

Gloria comenta: “Yo he trabajado hace 50 años con Jaime. Mi primera obra de teatro la hice con él. Él es el mejor actor de Chile de su generación. A mi me parece que su inteligencia le permitió interpretar a este personaje, sin caricatura, por supuesto, también gracias a la dirección de Pablo. Congeniamos muy bien trabajando juntos. Fue un placer. El Conde es una película que yo no he visto nunca que hiciera en Chile. Tiene una perfección artística, de producción y de todo. Grabamos en la Patagonia Chilena, hicimos todo. Cuando veas la película, verás cavernas, y todo fue creado por Rodrigo Bazaes. Un genio. Yo hice mucho cine chileno y creo que aquí se hizo todo perfecto. El guion es perfecto. Si esta es la última película que hago me voy feliz al cielo. Hace 30 años que no venía a Venecia y es una maravilla. Me gané un premio aquí por una película que hice con Silvio Caiozzi. Estoy feliz de estar aquí.”

“El Conde” es una película que promete ser una experiencia perturbadora y desafiante. Larraín ha creado una sátira oscura y provocadora que explora el lado oscuro de Pinochet y el tema del mal. La película se estrenará en Netflix el 15 de septiembre.

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