Y tu mamá también: Una buena película pero inalcanzable

Nos vamos en tono mexicano para realizar un análisis de “Y tu mamá también”: La neta es chida pero inalcanzable.

 

Manifiesto charolastra:

  1. No hay honor más grande que ser un charolastra.
  2. Cada quien puede hacer de su culo un papalote.
  3. Pop mata poesía.
  4. Un “toque” al día… la llave de la alegría.
  5. No te tirarás a la vieja de otro charolastra.
  6. Puto el que le vaya al América.
  7. Que muera la moral y que viva la chaqueta.
  8. Prohibido casarse con una virgen.
  9. Puto el que le vaya al América.
  10. La neta es chida pero inalcanzable.

 

El cine latinoamericano puede dividirse en categorías con unos altos y unos bajos bastante bien definidos.  Ya que cada año la cantidad de películas producidas en comparación a otras industrias cinematográficas es relativamente reducida los errores son imperdonables y los aciertos cruzan la barrera de lo grandioso. Pero dentro del segundo grupo -ese de las grandes películas- sí hay obras que merecen el aplauso unánime que han recibido, obras maestras del cine latinoamericano que plasman nuestra particular forma de contar historias, mostrando historias tan emocionantes como culturalmente intimas.  Desde El secreto de sus ojos de Juan José Campanella hasta Amores Perros, de Alejandro Gonzales Iñarritú, vemos películas que han conmovido a públicos a lo largo y ancho del globo y que nos recuerdan las maravillas que se pueden hacer en nuestra tierra. Sin embargo, pocas obras rasgan la superficie del cine tanto como medio y mensaje como la brillante Y tu mamá también de Alfonso Cuarón.

Cuarón es uno de esos directores que desbordan talento para saltar de un género a otro y apropiarse de él. En sólo cinco años realizó películas tan diferentes entre sí como Hijos del Hombre (2006), Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004) y la cinta de la que hoy hablamos, Y tu mamá también (2001). Esta ultima siendo una producción mexicana con las actuaciones de Gael García Bernal, Diego Luna y la española Maribel Verdú. Una road movie y un coming-of-age al estilo más clásico. Pero, mientras la mayoría de las películas de estos géneros suelen ser una simple historia acerca de la madurez, el despertar sexual y ser una exploración de la psicología de los personajes, Y tu mama también narra esto mientras explora temas más grandes como la lucha de clases sociales representados en los protagonistas: Julio y Tenoch.

Julio y Tenoch envuelven a Luisa en su plan para poder alcanzar un nuevo logro sexual. Intentan seducirla, pero es ella quien los seduce y les revela las facetas más intimas de ellos mismos y de su relación. Julio es de las clases sociales más bajas y Tenoch es hijo de un importante político. Mientras la hermana de Julia es una activista universitaria de izquierda, la familia de Tenoch se codea con el presidente. Y aunque ellos finjan que esas barreras no son impedimentos para una amistad de toda la vida, es la llegada de Luisa lo que revela las facetas más ocultas de su relación.

Es aquí cuando la figura del narrador cobra vital importancia. En muchas películas el narrador es un recurso para facilitar la exposición, pero aquí es un elemento por el cual los personajes, sus vivencias y su entorno cobra vida. El narrador nos habla tanto de las facetas más complejas de las relaciones humanas como de los elementos que componen el retrato de un país que se quiebra.

Y tu mamá también es una huida hacia adelante para todos los personajes y que sea del entorno urbano al rural es particularmente significativo para el contenido político y social de la película. Tenoch y Julio huyen, sin saberlo, de los convencionalismos morales y de la falsa idea preconcebida acerca del sexo y masculinidad. Lo que empezó como el deseo de acostarse con una mujer exótica y prohibida -por su calidad de extranjera y prima política- a través del engaño se convierte en una exploración introspectiva de los propios sentimientos y de la sexualidad.  Luisa huye de una vida que no satisfacía sus necesidades sexuales, afectivas y de realización personal. Luisa cambia Europa por México, pero para convertirse en una esposa trofeo que se veía obligada a asistir a eventos sociales frívolos. En su viaje hacia el corazón pobre y rural del tercer mundo logra descubrir a “la otra Luisa” en la forma de una pequeña niña con su mismo nombre que había muerto hacía años y que lo único que había dejado era una muñeca de juguete.

Su destino que había sido inventado por Julio y Tenoch como una artimaña terminó por convertirse en algo real. Boca del cielo se manifiesta ante el trio como un lugar de catarsis, ahí los tres protagonistas encuentran la verdad que salieron persiguiendo al inicio de la película.  Los chicos son incapaces de soportarla, así que deciden retornar sus pasos hacía atrás para convertirse en lo que la sociedad espera de ellos. Luisa se apropia de ella y, finalmente, encuentra la paz que buscaba.

Y tu mamá también subvierte los tropos de la narrativa occidental para reapropiarse de una forma local para explorar y contar historias. Cuarón se permite abordar de manera redonda múltiples temas y cohesionarlos en una obra que es más grande que la suma de sus partes. Al final muestra que no hay que copiar formulas para hacer un cine de calidad que llegué a las personas sin importar su raza, nacionalidad, idioma, acento u orientación sexual. Un cine universal, humano, que aspira a la verdad y a esculpir en el tiempo.

Comparte esta nota en tus redes

Más Mundo Películas