El cine chileno está de luto por la muerte de Pedro Chaskel, uno de los cineastas más importantes del país, a los 91 años de edad. Chaskel, nacido en Santiago en 1933, deja un legado imborrable en la cinematografía nacional, con una obra que abarca desde el documental hasta la ficción, pasando por el cine experimental.
Su carrera comenzó en la década de 1960, con cortometrajes documentales, que ya demostraban su talento y sensibilidad artística. A lo largo de su carrera demostró que su obra es fundamental en la historia del cine político chileno, retratando la realidad social y política del país en la época. Además exploraba nuevas formas de narrar y expresar ideas a través del lenguaje cinematográfico.
En el exilio, durante la dictadura militar, Chaskel continuó su labor cinematográfica, realizando documentales como “Los ojos como mi papá” (1980) y “Una foto recorre el mundo” (1985), que abordaban la temática de la memoria y la lucha por los derechos humanos.
A su regreso a Chile en 1983, Chaskel se dedicó a la docencia y a la producción de diversos proyectos audiovisuales.
La obra de Pedro Chaskel ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones, tanto en Chile como en el extranjero. En 2009, recibió el Premio Altazor y Pedro Sienna por su trayectoria y su invaluable aporte al desarrollo del cine chileno.
Su fallecimiento deja un vacío irremplazable en el mundo del cine chileno. Pedro Chaskel será recordado como un cineasta comprometido con la realidad social y política de su país, un artista innovador que exploró nuevas formas de expresión cinematográfica y un maestro que inspiró a las nuevas generaciones de cineastas.
Descanse en paz, maestro.
