En una conferencia de prensa online, Maite Alberdi nos cuenta que no se detiene. Tras un año viajando por el mundo, la aclamada documentalista chilena se encuentra inmersa en la edición de su primera película de ficción, mientras se prepara sumarse al rodaje del remake de “El Agente Topo”, que se estrenará en Netflix en noviembre, y dice que es un proyecto muy emocionante.
A pesar de su incursión en la ficción, Alberdi asegura que su corazón sigue en el documental. “Yo no quiero dejar de hacer documentales. Mi corazón está en el documental, las ideas que se me ocurren son de documental, mi empresa (Micromundo Producciones) hace documentales, mi equipo piensa todo desde ahí, así que no tengo intensión de soltarlo.”
En este momento, Alberdi tiene varios documentales en marcha. “Uno está en proceso inicial, otro en una etapa más avanzada y otro en mitad de rodaje que lleva varios años”, explica. “Es lo que hago, lo que me gusta y lo que seguiré haciendo.”
La emoción de la ceremonia:
Maite Alberdi describe su experiencia en la ceremonia de los Oscar como “maravillosa”. A diferencia de su participación en la edición anterior, marcada por las restricciones de la pandemia, en esta ocasión pudo disfrutar de la ceremonia completa junto a su equipo. “No me paré de mi asiento. Quería ver todo”, comentó, destacando la importancia de compartir este momento con las personas que la acompañaron en el camino.
“Hablamos con muchos actores en el almuerzo de los nominados. Jodie Foster siempre fue fan y defensora de la película desde que la presenté en Sundance. Mark Ruffalo y Cillian Murphy nos preguntaron mucho sobre el documental, y por otro lado, hable mucho con America Ferrera, dijo que amaba La Memoria Infinita.“
Pero hablar solo del glamour y la gran experiencia, no es del todo realista, sabiendo que las dificultades de la industria cinematográfica chilena a la hora de poner en marcha una producción audiovisual. Siendo parte este círculo, Alberdi reflexiona sobre las disparidades entre la industria chilena y la de Hollywood. Para ella, su llegada a los Oscar solo fue posible gracias al apoyo de grandes estudios como MTV y Paramount, quienes invirtieron en la promoción de “La Memoria Infinita”. “Las posibilidades de que una película latina llegue a los Oscar son muy bajas, tiene que venir de la mano de un distribuidor grande”, afirma.
Alberdi argumenta que, para llegar a los Oscar, una película debe tener algo más que una buena historia. Debe contar con el apoyo de un gran estudio, porque una campaña de promoción es muy costosa, y ella tuvo la suerte de tener ese respaldo para esta película documental.
La necesidad de un mayor apoyo a la cultura:
La cineasta chilena critica la falta de inversión en el sector cultural del país: “El gran desafío de la industria nacional tiene que ver con la producción. Tenemos un presupuesto en cultura que no ha subido, tenemos presupuestos que se han estancado por años, y es fatal porque tenemos una industria que si ha crecido, que ha tenido logros, pero lamentablemente, hay una deuda con el aumento de presupuesto de producción.- No hemos escuchado avances en términos de presupuesto y apoyo a la cultura”, señala. Esta situación obliga a muchos cineastas a buscar financiamiento extranjero para sus proyectos. “Los premios y las nominaciones no se condicen con la realidad de la industria nacional”, sostiene.
Maite reconoce que el cine es una industria compleja y costosa, lo que la convierte en un desafío para los gobiernos. Sin embargo, Alberdi argumenta que el impacto del cine chileno es medible y aporta en diversos ámbitos. “No solo aporta a la cultura, sino también a la economía, incluso al turismo y a la imagen del país en el extranjero”, afirma.
En cuanto a la internacionalización del cine chileno, Alberdi reconoce que se ha avanzado mucho en los últimos años. “Estamos bien posicionados y es una industria que crece cada día más. La gente puede nombrar películas chilenas. Nos reconocen con una multiplicad de voces, no como en otros países que a veces se puede ver algo más homogéneo.”, señala. Sin embargo, la cineasta advierte que este crecimiento no se ve reflejado en la capacidad de producción, la cual se ve limitada por la falta de recursos.
Volvemos a los Oscars…
Maite Alberdi comenta que la Academia históricamente ha realizado gestos políticos que no se ven en otras categorías como en la documental, y hace una crítica a la falta de consistencia en la postura de la Academia. “Si bien el repudio que le hacen a Rusia es muy merecido, también deberían hacerlo con otra guerra, porque los niños no están muriendo solo en Ucrania, pero esa es la que pueden censurar como academia”, argumenta.
Por otro lado, Maite destaca que este año fue especialmente significativo por la presencia de cinco documentales internacionales, ninguno de ellos estadounidense.
Ella interpreta esta situación como una señal de apertura por parte de la Academia hacia el cine documental internacional. “En los últimos años, el 30% de los nominados en la categoría documental son películas internacionales, lo que ha generado cierta polémica dentro de la Academia”, comenta.
Para la chilena, esta apertura es un motivo de satisfacción. “Es un alivio para los cineastas del mundo, ya que antes era común que los estadounidenses viajaran a otros países a realizar documentales sobre sus culturas, con un alto nivel de apropiación cultural”, afirma. “Hoy en día, esto ya no se permite, y se reconoce que los conflictos son universales y que todos vivimos experiencias similares”, añade.
Alberdi también se siente orgullosa de la diversidad que caracteriza a la rama documental. “Es una categoría más diversa que otras, con diferentes estilos y formas de abordar la realidad”, sostiene.
Maite Alberdi se siente parte de una comunidad dentro del mundo del documental. “Me siento una más, conozco a mis colegas y ellos me conocen y me reconocen”, afirma. Esta conexión con la comunidad le brinda un apoyo importante en su carrera.
Y para finalizar, la dos veces nominada al Oscar por Mejor Documenta, dedica un mensaje al público que la ha apoyado durante su recorrido con La Memoria Infinita.
“Al publico que bombardeo las redes de la academia con recetas chilenas, quiero decirles que me he reído mucho leyéndolos y que me he sentido muy acompañada al leer su bombardeo. Efectivamente el premio está. Nos ganamos un Goya y estuvimos nominados nuevamente. Es como llegar al mundial.“
Alberdi reconoce el impacto que ha tenido la película en el público. “La película trasciende, la crítica la celebra, pasó por todos los festivales en Estados Unidos y se queda con la gente”, afirma. “Había gente que estaba votando por ella un año después de haberla visto en Sundance en 2023”, añade.
La cineasta destaca la forma en que la película retrata a Chile: “Se quedó allá. Se quedó con todo el mundo y no solo con Augusto, sino con la memoria colectiva de un país”, sostiene.
Alberdi concluye con una reflexión que le dijo una de sus amigas sobre la importancia de las películas que marcan al público. “Nadie se acuerda de quién ganó. La gente se acuerda de las películas que los marcaron”, afirma. “La Memoria Infinita” es una de esas películas que sin duda dejará huella en el público.
