Un hombre camina por una autopista completamente desierta, aunque no es que tampoco el lugar parece ser precisamente una metrópolis o un pueblo bien concurrido. Normal.
El hombre llega a una cafetería donde se ve que hay comida aparentemente fresca, y es como si hubiera personas alrededor; pero al mismo tiempo no lo hay. Es extraño. Y nuestro hombre no tarda en percatarse de esta anomalía. Durante los siguientes minutos, este extraño busca por alguna forma de vida en los alrededores. Y como si eso no fuera suficientemente malo, el pobre ni siquiera sabe quién es.
Eventualmente llegamos al centro del pueblo. Donde luego de divagar por unos minutos, logra encontrar una casilla de teléfono público y trata de contactarse con alguien, pero lo único que escucha es una grabación de la operadora. Es en ese momento donde la confusión comienza a caer en histeria y paranoia. Entra al cine local, y el proyector se enciende y la película empieza. ¿Qué está ocurriendo, maldita sea?
El detrás…
Este episodio funciona a la vez como piloto, lo cual si me preguntan es una manera perfecta de comenzar una serie, ya que el episodio captura la esencia misma de la serie en general. Un suceso de lo más descabellado, y hasta surrealista, con un giro inesperado.
Rod Serling tenía desde un inicio centrar la historia en un hombre de edad mayor que vivía en un universo donde aquellos con más de sesenta años eran ejecutados, puesto que ya no tenían valor para la sociedad. El tema resulta de lo más interesante, pero como el lector podrá ya darse cuenta, la historia resultaba demasiado oscura. Así que a las malas, Serling escribió esta historia. Sin embargo, más adelante, el creador y escritor le daría un modesto giro de eventos en su novelización del programa televisivo.
Otro dato interesante, y que viendo nuevamente me resulto bien familiar, fue el pueblo mismo. Algo parecía conocido, y es que resulta que el set eventualmente fue reutilizado para las películas de Vuelta Al Futuro… pero no hay tiburones 3D ni patines voladores.
Un lugar imaginario
Desde el principio se es claro cuál es el tema principal de la historia: la soledad. A través del episodio, esperaba algo más predecible como que el hombre estaba atrapado en un mundo a lo Truman Show o todo era una horrible broma. De hecho, el episodio de Bob Esponja donde éste se despierta en medio de un mundo abandonado, solo para que el final resultara que simplemente todos se fueron lejos.
Al final, la historia se va por algo fantásticamente sencillo, y que encaja perfectamente con la época en donde Estados Unidos y Rusia estaban en esta carrera por el espacio. Mientras todos buscaban darle la vuelta a la tierra y eso, la serie apunta a algo mayor que, al menos que seas conspiranoico, eventualmente los americanos lograron y eso es la llegada a la luna. Pero algo con lo que los astronautas tenían que luchar no era tanto con los problemas técnicos, sino más con la soledad y el vacío que les inundaría una vez allá arriba. Como bien deja dicho la serie al final, lo peor que le puede suceder a un ser humano es quedar en completa soledad.
