ALIEN0089: Mariana di Girolamo protagoniza cortometraje que retrata la violencia de género en los videojuegos

Dirigido por Valeria Hofmann, el cortometraje cuenta la historia de Sabina, una joven gamer de 27 años que se ve expuesta a la violencia de género mientras juega, pero que también tendrá que vivir esta amenaza en el mundo real.

En este thriller dirigido por Valeria Hofmann y protagonizado por Mariana di Girolamo, una gamer de 27 años enfrenta una persecusión que sobrepasa la barrera de lo virtual y amenaza su vida fuera de los videojuegos.

Para llevarlo a cabo, el equipo comienza una campaña de crowdfunding de 30 días. Esto financiará el trabajo de post-producción que promete una experiencia inmersiva mezclando animaciones 3D en un entorno que emulará el juego.

Un juego, una gamer y lo que parece ser un enemigo. Esta es la historia que relata ALIEN0089,  el cortometraje dirigido por Valeria Hofmann y protagonizado por la actriz nacional Mariana di Girolamo. Basado en una historia real, el personaje principal es Sabina (27), una gamer de videojuegos de disparo que vive sola en la periferia de la ciudad. A través de la mirada en primera persona de un Usuario Desconocido que llega hasta su casa, la producción nos hace testigos del acoso que sufre Sabina dentro y fuera del videojuego. La historia culmina con una venganza que atravesará el mundo real y digital a través de su usuario: ALIEN0089.

La premisa detrás de la historia es clara: el ecosistema de los videojuegos es machista y propicio para vivir actos de discriminación y violencia contra el género femenino. Algunos datos que podemos encontrar entre los resultados del estudio “Género, gamers y videojuegos, una aproximación desde el enfoque de género al consumo de videojuegos y la situación de las jugadoras en el sector” del 2020, nos dicen que entre los insultos más reportados por la comunidad se encuentra “las mujeres no deberían jugar”. Más aún, el sondeo que hizo el equipo de ALIEN0089, arrojó que el 72% de encuestadas (jugadoras mujeres y no binarias) admiten haber sido víctimas de este fenómeno.

“Desde hace un tiempo estaba experimentando con escenarios virtuales como un espacio para reflexionar sobre la violencia en la vida cotidiana” cuenta Valeria Hofmann, directora de ALIEN0089. Además, afirma que “este cortometraje visibiliza que, incluso en internet, donde tenemos la posibilidad de ser libres y de diseñar nuestra identidad, todavía se repiten los patrones hombre y mujer.”

A la gran pantalla

El cortometraje necesita 15 millones de pesos para financiar su etapa de post producción, por lo que inicia su campaña de crowdfunding por 30 días a través de la plataforma Kickstarter. Esta fase de la producción  es fundamental para crear una atmósfera inmersiva que emule la experiencia de jugar y vivir dentro de un videojuego, pero que además, sea una nueva forma de retratar la realidad de un gamer.

Team23 es el estudio argentino a cargo de los ambiciosos modelos 3D y animaciones digitales que darán vida e identidad única a los escenarios digitales y Camila Zurita, artista y tatuadora, es la directora de arte que ha diseñado un mundo real lejos del imaginario cliché masculino de los videojuegos de disparo.

La banda sonora del cortometraje estará compuesta por piezas escogidas del productor y compositor alemán Uwe Schmidt, mejor conocido como ATOMtm. Sus pistas serán usadas para conectar el mundo real con el mundo virtual de Sabina. 

¿Cómo aportar?

Visibilizar esta realidad es un paso más para entablar el diálogo en torno a la violencia de género. Es por esto que el equipo de ALIEN0089, encabezado por mujeres, necesita del apoyo de todas y todos quienes quieran sumarse a este proyecto.

Para donar, las personas pueden ingresar ahttps://bit.ly/38Omj6a y elegir la suma con la que quieren aportar. Con una serie de incentivos que van desde el acceso a material inédito del corto hasta los créditos del productor ejecutivo, el equipo detrás de ALIEN0089 espera poder realizar lo que, más que una producción audiovisual, es un llamado a abrir el diálogo a la violencia que no vemos en lo tangible, pero que sí viven las mujeres expuestas a este entorno digital.

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