Los remake o adaptaciones en el cine

Todos esos clásicos que nos tuvieron enganchados por tiempo o esas películas que no paramos de ver porque son extremadamente buenas, se han retomado en los últimos años como una nueva versión contemporánea, pero la decepción es grande cuando ya nada es lo mismo, la esencia se perdió o simplemente no quedó en el nivel tan alto en que estaban las anteriores.

Pasa igualmente que los directores y todo su equipo de trabajo si logran llegar a transformar una pieza audiovisual ya realizada en algo novedoso, con una historia potente y fiel a lo que fue en su forma original. Ahí el criterio se basa claramente en el manejo del guion, en la selección precisa de actores, el uso y desuso de recursos audiovisuales y la garantía de tomar en cuenta que lo que ya está hecho tiene que saber reinventarse de alguna forma, aun cuando la repetición ya es un número más. Son pocos los que logran ese nivel tomando ideas preconcebidas en el cine.

A continuación presento una pequeña selección de películas del tipo remake; algunas resultaron ser atractivas y otras simplemente no encajaron. Todo esto se ve influenciado por el tipo de público que las ha visto, su nivel de fanatismo y fidelidad con las versiones originales, por lo que para algunos pudo resultar ser una maravilla y para otros fue un total desastre. ¿Qué opinas tú? ¿Valen la pena los remake? ¿Agregarías otros fundamentales?

  • King Kong (1933) dirigida por Merian Cooper y Ernest Schoedsack es un clásico de aventuras y en 2005 Peter Jackson logró realizar una adaptación fiel y de alta calidad en torno a la original, agregando nuevas escenas y manteniendo la historia casi tal cual. Un ejemplo de un buen remake, donde el uso de nuevas tecnologías y recursos audiovisuales se justifican con creces.

  • Scarface es otra buena historia que tuvo su remake a manos de Brian de Palma en 1983, el cual basó su película en la original de Howard Hawks de 1932. Con actores del nivel de Al Pacino y Michelle Pfeiffer el film logró de igual manera volver a encapsular una historia de gánsteres al más puro estilo de cine negro, como lo fue su predecesora. Hoy por hoy es un clásico, incluso más renombrado que el inicial.

  • No podía dejar fuera a la película por excelencia para hablar de mal cine, Godzilla, que ha sido adaptada varias veces en base a la original, una película japonesa llamada Gojira (1954). El film dentro de todo es un clásico, que para su época de producción se hizo valer de alguna forma, a pesar de la pobreza fílmica. Sin embargo, los remake hechos, donde destaca el de 1998 de Roland Emmerich, son un culto a lo desastroso. De hecho esta última versión se llevó dos premios Razzies a lo peor del año.

  • Carrie (1976), película de terror del talentoso Brian de Palma fue adaptada en 2002 y en 2013, por lo que podría llevarse críticas mixtas. De por sí hacer cine de terror es una tarea difícil y volver a realizar una película de este tipo con la misma historia es un trabajo complejo. De las dos versiones posteriores me quedo con el primer remake, que trató en lo posible de guardar la esencia visual y sensitiva de lo que es la historia de esta adolescente con poderes telequinésicos.

  • Funny games (1997) es una película europea del austriaco Michael Haneke  que tuvo su remake estadounidense en 2007, donde se mantuvo el guion pero se cambiaron los actores. El film es un juego sicológico terrorífico, digno de pesadillas y fue una de las obras maestras del director. La nueva versión se compara mucho en calidad con la anterior, que la mantiene y hasta la supera, ya que teniendo el mismo director, éste pudo mejorar aspectos tras 10 años de mayor experiencia fílmica.

  • Karate kid (1984) de John Avildsen, es una película referente de los años 80 y fue adaptada en 2010 por el director Harald Zwart. Sin embargo, la película no logró llenar los corazones de quienes se sumergieron en la historia original y quedo corta en su adaptación. Un ejemplo sobre películas únicas y demasiado recordadas como clásicos de la niñez, para ser restauradas en una nueva versión.

  • Solaris (1972) del ruso Andrei Tarkovski es un referente de lo sublime que puede ser el cine de antaño y precisamente de ese hemisferio del planeta. En 2002 se realizó una nueva adaptación de la novela polaca en versión película, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por George Clooney. A pesar de que es una buena adaptación, la sutileza con que trabaja, el tipo de guion y el arte de Tarkovski es superior a este último remake. Simplemente se justifica más la extensión de segundos en la película rusa.

  • Temple de acero (1969) de Henry Hathaway tuvo su adaptación con los hermanos Coen en 2010. La historia del género western alcanzó la calidad fílmica de la anterior, en cuanto a fotografía, guion, producción y en general, al nivel de lo que ese tipo de películas requieren para ser atractivas.  Cabe destacar que Jeff Bridges (el alguacil) logra tomar el papel que había interpretado John Wayne de excelente forma. Quizás no fue la mejor pieza de estos directores, pero como remake se gana puntos por sobre otras historias vendidas en Hollywood.

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