Los Huesos: El cortometraje producido por Ari Aster se estrena en FicValdivia

Cristóbal León y Joaquín Cociña son los realizadores detrás del stop motion que tendrá estreno en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.

Los cineastas reconocidos por su éxito mundial con La Casa Lobo, vuelven a sorprender con una maravillosa y tétrica pieza audiovisual que los llevó a trabajar con el aclamado director de cine de horror, Ari Aster (Hereditary y Midsommar).

Cuando la noticia sobre esta colaboración, los cinéfilos reaccionaron con mucha expectativa esperando poder ver el cortometraje titulado ‘Los Huesos’ (The Bones), que también tendrá estreno en el Festival de Cine de Venecia.

Los protagonistas de está historia son Constanza Nordenflycht, amante de Diego Portales, quien en una ceremonia desentierra los restos de su pareja y de Jaime Guzmán, ambas figuras asociadas a los idearios de la dictadura de Pinochet. Ese contexto, que la película vincula con referencias a los primeros experimentos centroeuropeos de la animación (Vladislav Starévich es una referencia explícita), le sirve a León y Cociña para aludir a la contingencia chilena post estallido.

El cortometraje tiene una duración de 14 minutos y tiene inspiración en el nacimiento del cine en stop motion, asociado al ruso Vladislav Starévich al inicio del siglo XX. 

Los Huesos - León y Cociña
The Bones - Ari Aster
Foto: Sebastián Utreras

Junto a Los Huesos, también hay otros cortometrajes de apertura que serán parte del certamen. Por un lado se encuentra Alicia soñó con un fato del reconocido director José Luis Torres Leiva que describe el proceso creativo y las imágenes que acuden a una escritora (Amparo Noguera) mientras reflexiona sobre la figura de los faros como guías insulares y como fuente de apoyo y anclaje existencial. Notas, encantaciones: Parte II, Carmela de Alexandra Cuesta, que sigue la línea de registro de pequeñas imágenes, lugares, espacios y movimientos tenues de su primera entrega, y que esta vez recogen la figura de la abuela de la realizadora y del espacio donde vive. Y finalmente, Trópico de Capricórnio, de Juliana Antunes, una obra que reconstruye con imágenes de archivo su propia identidad sexual y a partir de ese registro íntimo cuestiona la construcción normativa impuesta desde distintos frentes en las relaciones sociales y familiares cotidianas.

TE PUEDE INTERESAR