A medida que la vida de Holly Hobbie se vuelve más complicada (¡muchachos!,¡Matones!,¡Brotes!). Holly continúa usando su vida como inspiración para sus canciones, pero por primera vez, a algunas personas no les gusta lo que tiene que decir. Cuando el intento de Holly de lidiar con los enemigos no funciona, Holly se pregunta si algunos temas están prohibidos.
¿Puede ella escribir sobre su enamorado de Tyler? ¿Sus amigos? ¿Qué hay de su familia? Y si lo hace, ¿puede manejar las consecuencias? Toda esta segunda suposición desencadena un caso grave de bloqueo del escritor y convierte a Holly en un gran caos que se exacerba aún más cuando Holly conoce a otro músico talentoso que no tiene miedo de expresarse. Cuando Holly comienza a colaborar con él, vuelve a encontrar su voz pero, ¿está lista para compartirla?.
