Salvador Dalí era un artista excepcional: pintor surrealista español que aunque no sepamos nada de arte, al menos hemos escuchado su nombre y sabemos sí o sí que pintó el cuadro de los relojes derretidos (más conocido como ‘La Persistencia de la Memoria’). Es decir, a estas alturas, ya es un ícono pop.
En este documental se revisa su vida y obra, cómo pasó de la pintura a la escenografía teatral, al cine, al diseño y a todas las formas de arte habidas y por haber a través de su mente fuera de lo común y especialmente creativa.
Para cualquier persona fanática del arte o seguidora de las vanguardias de principios del siglo XX, este es un documental imperdible. Pero para quienes no lo son y simplemente les interesa el arte o el personaje como parte de la cultura pop, también podrán disfrutar de él. ‘Salvador Dalí: En Busca de la Inmortalidad’ nos muestra, además de su vida y obra, el terror que le tenía el artista a la muerte. Un terror bastante comprensible al saber que el hermano mayor de Salvador Dalí murió a los 3 años y se llamaba, sí, Salvador Dalí (no, no es el que conocemos, el que conocemos murió a los 84 años) y el padre del surrealismo, quien nació un año después de la muerte de su hermano heredó el nombre de su hermano muerto. Una situación que, evidentemente, dejaría a cualquiera con secuelas psicológicas. En este caso, el terror de Dalí por la inevitable muerte.
Otro de los temas realmente admirables que abarca el documental y a mi gusto, el más atractivo, es el personaje de Gala: la mujer conocida como “la esposa de Salvador Dalí” y/o “su musa inspiradora” era una mujer realmente excepcional. Su nombre original era Elena Ivanovna Diakonova y esta mujer inmensamente misteriosa y de una particular intuición, es un personaje que, si conocemos a Dalí, debiésemos conocer también. Gala fue muchísimo más que una esposa y una musa. Ella fue la responsable de hacer los contactos para que Dalí pudiese vender sus cuadros y fue ella la gran responsable del éxito comercial y mundial que obtuvo Dalí en su momento y por supuesto, hasta el día de hoy. Gala fue un agente activo en lo que el personaje de Dalí se refiere y por lo tanto también del movimiento surrealista. Impresionante que no conozcamos su nombre y solo conozcamos al extravagante de Salvador. Siendo Gala tan importante como él, realmente el documental hace un buen trabajo en darle el crédito que se merece, aunque si fuese por mí, creo que merece muchísimo más crédito. Porque simplemente no podemos hablar ni entender a Dalí, sin Gala.
Pero lo más importante que debes saber sobre este documental, es que es un pedacito de historia del arte llevado a la pantalla. Conocerás a uno de los principales exponentes del surrealismo, su vida, sus hogares, su familia, sus anhelos y su mente. Es una cinta llena de nostalgia, de admiración y respeto. Quienes se sienten frente a la pantalla a verlo, terminarán de ver la cinta con una inmensa inspiración.
