Hoy se cumplen 65 años desde el natalicio de Carrie Fisher, hija del cantante Eddie y la actriz Debbie Reynols. Estudió arte dramático en la Royal Central School de Londres. Inicio su carrera en el cine en 1975 con la película Shampoo, con Warren Beatty y Julie Christie como protagonistas y Fisher en un rol secundario.
En 1977, un joven cineasta conocido como George Lucas la eligió para dar vida a la Princesa Leia en la primera entrega de “La Guerra de las Galaxias” junto a Mark Hamill (Luke Skywalker) y Harrison Ford (Han Solo).
Fisher protagonizó las dos siguientes películas de Star Wars, “El imperio contraataca” (1980) y “El retorno del Jedi ” (1983).
Carrie Fisher, con 19 años, interpretó un papel que hasta el día de hoy es recordado por sus peinados extravagantes y una actitud sobresaliente a diferencia de las princesas de las películas de aquel tiempo.
Leia Organa, hija de Darth Vader, hermana de Luke Skywalker, madre de Kylo Ren, princesa del planeta Alderaan, miembro del Senado Imperial, espía de la Alianza Rebelde y general de la Resistencia. Es recordada por ser la princesa combatiente por la Alianza Rebelde en contra del imperio, con un rol activo, con autonomía de acción y con sentido político.
George Lucas, declaró que Leia era una “princesa poderosa, luchadora, sabia y llena de esperanza. Un papel que era más difícil de lo que la mayoría de la gente podría pensar”.
En la tercera película de la trilogía inicial, hay una escena que contrasta bastante con la vestimenta conservadora y escenas de acción de Leia durante la saga.
Se trata del famoso “bikini” metálico que Leia viste mientras está prisionera de Jabba el Hutt. El “bikini” se convirtió en otro símbolo icónico de la Princesa Leia a pesar de aparecer en apenas un par de escenas del filme.
Se puede decir que, Leia Organa es un personaje clave de la cultura pop de las últimas décadas y esto fue posible gracias a la interpretación que le dio Carrie Fisher.
Fisher también fue escritora, entre sus títulos destaca “Postales desde el filo” una novela con referencias autobiográficas, donde reflejaba sus adicciones y su relación con su madre, la cual fue llevada a la gran pantalla en 1990 con Meryl Streep y Shirley MacLaine como actrices principales.
Sus últimos trabajos en la pantalla grande antes de regresar el 2015 a la saga de Star Wars fueron Sorority Row (2009) y Maps to the Stars (2014).
Por Traecy Delgado Fernández
