‘Lo Que Fuimos’: un festín de lágrimas y risas

"Lo que fuimos": La película que arrasó en el Festival de Cine de Sundance, nos propone un nuevo punto de vista del alzheimer.

‘Lo Que Fuimos’ o ‘What They Had’ en su idioma original, es la ópera prima de la directora Elizabeth Chomko y aunque está protagonizada por la inigualable Hilary Swank, es en realidad una obra mayormente coral. Y seamos realistas: cuando nos enteramos de que una película trata el tema del alzheimer, ya sabemos que hay que entrar a la sala con al menos un par de pañuelos y mucha predisposición al llanto. Y a pesar de que esto sí se cumple, la verdad es que esta película entrega mucho más que esto.

Comencemos con el argumento. La película comienza con una mujer de avanzada edad saliendo de casa a altas horas de la noche, en plena tormenta de nieve. Su nombre es Ruth (Blythe Danner) y padece alzheimer. Esta situación genera una inmediata alerta en el resto de la familia compuesta por su marido Burt (Robert Forster), su hijo Nick (Michael Shannon), su hija Bridget (Hilary Swank) y la hija de esta última, Emma (Taissa Farmiga). Debido al reciente episodio, vuelven a convivir como hace años no lo hacían para así poder tomar una decisión sobre el futuro de Ruth. Sin embargo, este inesperado reencuentro hará que florezcan varias tensiones entre la familia, generando que salgan a la luz algunos problemas del pasado que no se habían resuelto del todo.

‘Lo Que Fuimos’ es una película que habla principalmente sobre las relaciones familiares. Y es esta la razón de por qué resulta tan gratificante y completa. Mientras la película ‘Siempre Alice’ nos muestra el drama de quien comienza a padecer alzheimer o ‘Diario de una Pasión’ nos muestra cómo afecta el alzheimer avanzado a una pareja, en esta cinta vemos cómo esta enfermedad es solo uno de los problemas que tiene una familia completa. En resumen, no todo gira en torno a la enfermedad.

Durante el desarrollo de ‘Lo Que Fuimos’ vamos conociendo a Ruth quien no tiene ningún apego por el pasado, a diferencia del resto de las personas que integran su familia que están atrapadas en él. Atrapadas en sus ideas, relaciones o sueños del pasado. Y es este encuentro el que produce el choque principal. Mientras en las películas anteriormente citadas nos revolcábamos en drama, aquí hay momentos varios en los cuales la directora escapa de esto para entrar en una comedia negra y sobre todo en la cotidianidad de una enfermedad así de dolorosa. Esto da espacio a los problemas personales de cada personaje, demostrando cómo los conflictos de la cabeza de la familia afectan al resto de sus miembros de una u otra forma. Así, mientras la madre sufre de esta enfermedad neurodegenerativa, el padre se aferra con garras a lo que alguna vez tuvo presionando a que el resto de los integrantes de la familia sean algo que no son o hagan cosas que no quieren para mantener la ilusión de control y así poder sobrevivir a la tormenta. Patrón que Bridget repite a su vez con su propia familia.

Esta película nos muestra cómo finalmente nos liberamos de nuestra necesidad de aceptación familiar a través de la autovalidación y conexión con nuestros verdaderos deseos personales. De cómo al sanar nuestros conflictos y al enfrentar nuestros fantasmas, sanaremos el resto de nuestras relaciones y podremos así, sanar y ayudar a quienes nos rodean. Pero sobre todo, estamos frente a una película que habla sobre el círculo de la vida y de cómo con el tiempo la cabeza de la familia deja de serlo para dar paso a quienes le siguen.

Una cinta que muestra la vida tal como es: ni drama, ni comedia, sino una perfecta mezcla entre ambas.

Por Macarena Carrere

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