Brigsby Bear: Una historia sobre cómo el cine nos termina salvando

Brigsby Bear es una historia que de un comienzo puede parecer algo infantil pero, ¿Por qué olvidar al niño que llevamos dentro?

Trata sobre un chico que fue secuestrado y estos supuestos padres raptores le enseñan todo un mundo en base a un programa de tv creado por ellos mismo solo para James. Al volver con su verdadera familia 25 años más tarde, su vida sigue girando en torno a este programa del oso Brigsby, es ahí cuando decide realizar una película para poder terminar con la historia.

‘Poder terminar con la historia’, que frase más difícil en cualquiera de los tiempos. Que difícil se nos vuelve tratar de dar vuelta la hoja con diferentes situaciones en nuestras vidas. Que difícil es avanzar. Cerrar la puerta y abrir otras que no sabemos que nos deparan.

La película nos deja esa enseñanza. Amar lo que tuvimos, lo que fuimos, y buscar algo que nos libere para seguir, incluso sin saberlo. Para James, la salida fue el cine y supongo que para muchos de los que leen esto será de la misma forma. Por algo nos hacemos llamar cinéfilos. Buscamos en diferentes historias pedazos de nosotros, de lo que fuimos, de lo que perdimos y de lo que pudimos ser, con el fin de reconstruirnos, de construirnos, de buscar salidas y encontrar nuevas puertas.

A veces sin darte cuenta, llega ese momento en que le dices adiós a algo o alguien que fue muy importante para ti. Es duro. Piensas en todo lo que te costó dar ese paso, y despedirte es tan difícil que incluso es posible que te haga llorar. Recuerda. Recuerda tu infancia. Ese juguete que tuviste que regalar que ya no estaba siendo parte de tu vida, algo así como en Toy Story. Viene otra era. Dejarlos te da pena porque fueron importante en tu vida pero debes avanzar. Como ese amor que tuviste y que te costó tanto olvidar, y de pronto estás listo para dejarle partir. De pronto te vez ahí de pie, parado con el futuro esperando que des el paso. A lo lejos del camino ahí están; tus juguetes, aquel amor, un familiar perdido, un amigo que se perdió en el camino. Y probablemente te cueste porque extrañarás todo eso. Te ves ahí recibiendo el aplauso final y te despides. Das vuelta la página y estás listo para seguir.

No te asustes, dejar ir algo o alguien no tiene que ser un funeral. Cuando sientas nostalgia y vengan a tu mente, solo tú sabrás donde encontrar esa pieza en tu corazón que creíste perder. Mires donde mires, tú sabes dónde buscar aquellos recuerdos que seguirán siendo parte de ti por siempre.

Eso me recordó Brigsby Bear. Por eso me hizo llorar y ponerme a escribir. Quiero que ustedes también recuerden lo que han dejado partir y lo importante que debe ser avanzar.

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