Californication: El dolor de vivir enamorado de un amor que no volverá

La serie Californication creada por Tom Kapinos tiene 7 temporadas; 84 capítulos de aproximadamente 25 minutos cada uno, y es protagonizada por David Duchovny (Hank Moody) y Natasha McElhone (Karen).

La historia comienza cuando el novelista logra el éxito de último libro God Hates Us All (Dios nos odia a todos), y mientras filman la adaptación de este A Crazy Little Thing Called Love, decide mudarse de New York a Los Ángeles.

Según Hank Moody, todo se arruina al cambiarse de ciudad. El amor muere y Karen junto a su hija Becca, se van a vivir con el nuevo novio del gran amor de Moody.

Para muchos, Californication es una serie donde sólo vemos sexo, drogas y alcohol, pero la verdad, es que las heridas de Moody son mucho más que eso. Ella lo dejó y sus intentos inalcanzables de volver a estar con Karen son siempre fallidos, debido a que ninguno de los dos sigue siendo el mismo.

Hank Moody se pasa la vida de mujer en mujer. Nos parece un tenorio cualquiera, que puede salir cada noche y volver a casa siempre acompañado, pero la realidad es que aún así esta sólo. ¿Qué es mejor? ¿Una mañana de aturdimiento o una noche de soledad? A pesar de las cientos de vaginas que pasan por él, sólo quiere una.

El amor entre ambos protagonistas es obvio. Se quisieron de manera perfecta, tienen una hija en común pero no hay nada más triste que dos personas que se aman pero que no pueden hacer que funcione. Karen lo tiene claro. Hank como buen artista, sigue sosteniéndose a la idea de que pueden ser felices juntos. Es triste, pero la realidad se escapa de las proyecciones. Ambos siguen amando la sombra de lo que fueron y que jamás volverán a ser.

Hank Moody es un completo desastre. No tiene control de sí mismo. Su salida siempre es un vaso de whisky y alguna dama dispuesta a cambiar su suerte. Ninguna lo hace. Dentro de la serie lo vemos pasar por algunas relaciones, pero él sigue amando a Karen, y todas lo saben.

Algunas veces ambos vuelven a estar juntos, pero Karen siempre se arrepiente o Hank lo arruina. Dejaron aquella vara tan alta, de un amor tan perfecto, que ni ellos mismos son capaces de superarse. Karen cree que Hank sigue enamorado de eso, de la idea de perfecta del amor. Hank sabe que ella ni siquiera debería desperdiciar su fe en alguien como él, pero es su hogar, y nada ni nadie puede cambiar eso.

Hank Moody en Californication nos deja una enseñanza a todos aquellos que seguimos manteniendo a nuestra Karen viva en nuestros cuerpos muertos incapaces de sentir más que dolor. En los procesos de autodestrucción de cada uno, creemos que si ella nos ama, nos perdonará. De verdad tenemos que creerlo, de lo contrario no tiene sentido; no hay vida sin amor, al menos, que merezca la pena vivir.

Infielmente tuyo…

Californication está disponible en Netflix.

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