En el cine, los Robin Hoods han sido innumerables: Douglas Fairbanks fue un Robin Hood silencioso; Errol Flynn fue un Robin Hood aventurero y espadachín; Margaret Rutherford fue la primera Robin mujer; Frank Sinatra fue un Robin gángster; Sean Connery fue un Robin romántico; Kevin Costner fue un Robin astuto y John Cleese y CLary Elwes fueron ambos un Robin cómico- por nombrar solamente algunos.
El Director Otto Bathurst quería empezar de nuevo, y reformular el molde con todo el ritmo furioso y lleno de acción propio de la cinematografía contemporánea. Bathurst, quien saltó a la fama con la exitosa serie de televisión digna de maratón, el drama de gángsters Peaky Blinders y un muy comentado episodio de Black Mirror, siempre ha disfrutado de cambiar drásticamente las expectativas.
“Para mí, ROBIN HOOD tenía las bases para ser una historia completamente contemporánea y relevante”, Bathurst explica. “Aquí tenemos a este tipo que aparentemente tiene una vida perfecta y cómoda y va a la guerra, lleno de ideales, creencias y pasión, pero entonces sus ojos se abren ante la corrupción y el mal de las personas que tienen el poder del mundo- y esto lo rompe en mil pedazos. Disuelve su fe en su nación y su religión y lo deja desilusionado. Vemos a Robin como un héroe, pero yo quería ver por qué y cómo se convirtió en esta leyenda y qué es lo que arde dentro de él y lo inspira a pelear con tanto compromiso por la verdad”.
Bathurst tiene sus propias ideas de porqué todavía amamos el concepto de ROBIN HOOD en el aquí y ahora. “Pensé mucho sobre Robin y quién era en mi mente. No te conviertes en leyenda simplemente robando unas cuantas bolsas de dinero de los ricos y dándoselas a los pobres. Digo, eso está bien pero no es algo icónico” dice. “La verdadera razón por la cual ROBIN HOOD ha sido un héroe por 800 años es que fue como una espina en el zapato de la sociedad, del gobierno, del establecimiento. Esa es la razón por la cual las personas todavía lo aman, porque es un símbolo de esa voz allá afuera gritando en contra del status quo del que todos somos responsables por permitir. Es un reflejo de todos nosotros ya que no tiene poderes especiales y no nació siendo un súper héroe, simplemente es un hombre común que está preparado a hacer lo que sea necesario para generar el cambio y sacrificar su propio confort para el bien general. Todos hemos sido testigos de la opresión, la corrupción y el abuso en algunas o en muchas formas, pero pocos de nosotros podemos realmente decir que hemos hecho algo al respecto por lo que la historia de un hombre que está preparado para levantar la cabeza, preparado para pelear por la verdad, es una historia que necesita ser contada ahora más que nunca antes y que resuena con tanto poder dentro de todos nosotros”.
Así fue como este Robin Hood del 2018 muestra a un hombre luchando con el futuro de su alma y descubriendo un fuego interno y habilidades por encima de lo que hubiera esperado y es interpretado por el joven talento Taron Egerton. Quizás como si por obra del destino, Egerton recuerda la primera vez que “interpretó” a Robin Hood de niño en la sala de su casa. “ROBIN HOOD es uno de los dos personajes de los que tenía disfraz cuando era niño- Robin Hood y Superman. Saltaba de un sofá al otro pretendiendo que volaba y también lo hacía como Robin Hood” ríe. “Tenía un pequeño arco de plástico y el disfraz. Siempre me gustó. Hay una idea con la que la gente siempre se ha conectado con ROBIN HOOD: que puede existir un renegado noble que actúa desinteresadamente por el bien de los demás, algo con lo que yo me siento conectado”.
La película que se estrena este próximo 29 de Noviembre en salas del país muestra la clásica leyenda pero de este nuevo y moderno modo donde Robin of Loxley (Taron Egerton) un endurecido guerrero de las Cruzadas y su comandante moro (Jamie Foxx) montan una audaz revuelta contra la corrupta corona Inglesa en una emocionante película de acción-aventura llena de rudas hazañas en el campo de batalla, asombrosas coreografías de peleas y un épico romance.
