Atypical: una serie que no sólo entretiene, también educa

Una serie, dos temporadas y ¡queremos más!, porque Atypical es el gran acierto de Netflix, un real aporte a la visibilidad de la realidad del TEA.

Atypical, bajo la dirección de Seth Gordon, relata la vida de Sam Gardner, es un joven de 18 años, diagnosticado con TEA (Trastorno del Espectro Autista), de altas funcionalidades, y la historia que relata la serie, nos acerca mucho a su realidad y a las implicancias que este trastorno tiene para su familia y su entorno. Esta serie aborda y describe muy bien lo que es el TEA, pues nos propone una mirada reflexiva respecto a cómo relacionarnos con las personas que lo presentan, los espacios desde los que podemos aportar y los límites que debemos establecer.

El Trastorno Espectro Autismo, TEA, es una alteración del desarrollo de carácter neuro evolutivo, es decir, que modifica los procesos de neuro construcción del conocimiento y las competencias. Especialmente afecta a las capacidades de comunicarse socialmente y a los modos de comportamiento de la persona consigo mismo y con los demás. Afecta de manera dimensional, en espectro, según el grado de penetración, por tanto, existen diversos grados de severidad. Las personas con TEA presentan un déficit en claves socioemocionales básicas, es decir, en la manera en la que nos entendemos, por lo que les presentan dificultades severas para desarrollar y comprender las relaciones sociales.

La historia cuenta la vida de Sam, un chico de secundaria, que tiene los típicos dramas adolescentes, quiere tener novia, entrar a la universidad, comprender mejor el mundo, y que la gente deje de tocar sus cosas. En general, Sam lleva una vida completamente independiente, con la ayuda de su psicoterapeuta, quien lo ayuda a sobrellevar las consecuencias de todos estos asuntos. Sam vive con su madre, Elsa y su padre Doug y su hermana menor Casey. Elsa, una madre sobreprotectora, como muchas madres de jóvenes con TEA, se muestra en constante conflicto respecto de las nuevas aventuras de su hijo y sus nuevos descubrimientos.

Hay que tener en cuenta, que la dinámica familiar se ha adaptado al trastorno de Sam, por lo que toda la familia funciona como el escudo protector entre Sam, y el mundo, al mismo tiempo que lo dejan ser, sí, es contradictorio, pero hermoso.

Para Sam, como para todas las personas (en distinto grado) que son parte del espectro autista, la insistencia a la monotonía y a la obsesiva inflexibilidad, son parte de su vida. En la serie podemos apreciar esto en diferentes momentos, por ejemplo: a él no le gusta el desorden, ni que toquen sus pertenencias, ni los abrazos, ni las multitudes, ni los ruidos altos. Sam tiene un amor obsesivo por los pingüinos, lo cual refuerza la idea de la monotonía porque, además, los dibuja, los visita, sabe cada uno de los detalles de su existencia, los asocia con el comportamiento humano, etc. La mamá, Elsa, también refuerza esta idea de no sacarlo de sus márgenes por sentir que no está listo, por ejemplo, cuando le sirve el desayuno, siempre come lo mismo y viste la misma ropa o los mismos colores.

Podemos destacar en Sam, se encuentran: la deficiencia en la comunicación social y en la interacción social, se ve evidenciado en el fracaso de los primeros encuentros con otras personas, el déficit en la comprensión o el uso de los gestos, expresión fácil y de la comunicación no verbal en general. Hay patrones repetitivos y restrictivos en el comportamiento y en las actividades e intereses que desarrolla.

La madre, como la mayoría de las madres, se muestra como una mujer dedicada cien por ciento a la crianza de sus hijos y a la formación del hogar. Para Elsa, no es fácil postergar su vida para mantener una rutina, que, para alguien sin TEA, es bastante complicado, pues eso implica, no modificar ni lugares, ni personas, ni crear nuevas experiencias. Elsa, es el prototipo de madre (o padre) con hijos con discapacidad, de cualquier tipo, que no logra ir asimilando que ese hijo, está creciendo y, por tanto, no han trabajado la autonomía ni de ellos, ni de ella.

Doug, el padre, desempeña un tipo de crianza más distante con Sam, porque tras asumir que su hijo fue diagnosticado con TEA, se involucra menos porque, además, la madre quiere tenerlo controlado. Doug también está presente, pero está siendo inhibido, quitando la posibilidad del padre de desarrollar el apego, por lo que queda en un plano secundario. Hasta, que la madre se va de la casa, donde Doug comprende que las estructuras de Sam son necesarias para el correcto desarrollo de su vida. Es en este momento, donde el padre quiere asumir mayores responsabilidades, al mismo tiempo que trabaja duro para mantener el orden del hogar y hacerse cargo de Sam.

Casey, la hermana de Sam, asume este papel de protectora, sobre todo en la escuela. Aunque, en la serie también se muestra la frustración natural que siente Casey, de ser la hermana de una persona con TEA o con cualquier condición de salud específica, donde constantemente sus necesidades son desplazadas porque los padres invierten mayor cantidad de tiempo en el hermano. Sin embargo, Casey es el apoyo incondicional de Sam, es sin duda, la persona que más normaliza el TEA, en la familia, junto con Zahid, el mejor amigo de Sam. Ella, adquiere la habilidad de salvar a Sam cuando él se frustra o algo no resulta como él espera, o simplemente se burlan de él. En definitiva, Casey es la heroína que todos quisimos tener en nuestra época secundaria.

Y cómo no mencionar a Zahid, el amigo comprensivo, quien trabaja con Sam y quien también normaliza sus comportamientos, como manera de hacerle ver que puede y debe hacer lo que cualquier otra persona sin TEA haría, desde ayudarle a asumir las responsabilidades del trabajo, hasta encontrar novia. Es Zahid, el amigo que logra incluirlo socialmente, pues él logra que Sam rompa esa ‘barrera comunicacional’.

Esta serie logra captar muy bien cómo es la convivencia con personas pertenecientes al espectro autista, yo diría que es tan genuina que nos hace valorarla aún más. Como dato, hoy a nivel mundial se triplicó el número de niños con Trastorno del Espectro Autista, por lo que la serie es un aporte a la visibilización de esta realidad, para que la sociedad tenga conocimiento sobre cómo actuar frente a ello y adquirir también, más información de manera gráfica.

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