Ash vs Evil Dead: La serie que te hará morir de la risa

La tercera temporada de Ash vs Evil Dead está pronta a estrenarse y varios la esperamos con ansias. La saga de Sam Raimi tuvo que esperar al siglo XXI para explotar todo su potencial y el histrionismo de Bruce Campbell tuvo que esperar 30 años para llegar su punto máximo.

Ash vs Evil Dead es una comedia de terror que sigue las aventuras del idiota pero a la vez encantador Ash Williams, mientras se enfrenta a demonios y espíritus malignos que han poseído a su familia o amigos.

Hace 30 años, Ash y sus amigos entraron a una cabaña en el bosque y encontraron el Necronomicón o Libro de los Muertos. Al leerlo en voz alta, los jóvenes liberaron al mal en la tierra y como único sobreviviente, será Ash quién se encargue de enviar al inframundo a todos los demonios.

La batalla contra los hijos del infierno será siempre una temática del terror. Sin embargo, Ash vs Evil Dead es además una comedia y una de las buenas. Las situaciones que las irresponsabilidades del ahora cincuentón Ash provocan son siempre hilarantes, los compañeros de aventuras son carismáticos y la sangre y buena música están garantizadas.

 

Ash, el anti héroe.

Bruce Campbell personifica a la perfección a Ash Williams, un hombre mayor que aún actúa como adolescente, tal vez provocado por el trauma de perder a sus amigos o por la responsabilidad que significa dirigir el ataque en contra de las fuerzas del mal. Ash usa drogas, es racista, misógino y sumamente irresponsable. También mujeriego pero extremadamente carismático. Nos reiremos de sus frases ingeniosas y respuestas rápidas, pero también de verlo fracasar.

 

Sidekicks tan fuertes como chistosos.

 Kelly Maxwell (Dana DeLorenzo) y Pablo Simón Bolívar (Ray Santiago), son los compañeros de Ash en su nueva aventura. Kelly es una chica dulce pero que reacciona violentamente a las situaciones de estrés. Recordado es el tiroteo amedrentador al final de la 2da temporada, en el que explota todo su carisma y carácter amenazante. Pablo es un joven hondureño que proviene de una familia de chamanes, lo que resulta muy útil en ciertos momentos. Pablo quiere ser como Ash, un héroe cuya misión es salvar al mundo. Su carácter idealista es lo que mantiene al grupo unido.

Mención aparte para Lucy Lawless que aparece en la serie como Ruby. Mitad demonia, mitad mortal, está en busca del libro y de Ash. Al principio, Ruby es una de las villanas de la serie, pero su personaje evoluciona y se transforma en parte importante del equipo.

La ingenuidad de Pablo, las sobrerreacciones de Kelly y el ingenio de Ruby nos harán reír a carcajadas porque siempre logran dar un giro inesperado y casi disfrutar los ataques demoniacos. Son personajes que viven bajos sus reglas y no están dispuestos a que la batalla entre el bien y el mal determine la forma en que manejan su vida.

 

La música es un narrador.

 Varias canciones populares de los 70 y 80 aparecen en la serie y contribuyen a la historia. Ash se mantiene escondido haciendo lo mismo que hace 30 años y eso se refleja en la espectacular banda sonora. Bandas como Alice Cooper, Deep Purple o The Rolling Stones se mezclan con Olivia Newton-John para crear la atmósfera y el ritmo que la serie necesita, para mostrarnos al mismo Ash que conocimos hace 30 años.

 

Sangre, mucha sangre.

Ash vs Evil Dead es principalmente una serie de terror gore lo que significa que dentro del presupuesto para efectos especiales existe una gran cantidad de dinero destinada a la sangre falsa. Raimi y Tapper están dispuestos a dejar a sus personajes literalmente bañados en sangre mientras nos hacen reír con frases inteligentes, comentarios sarcásticos y mucha auto parodia consiente. Se burlan de nosotros y de sí mismos. Las escenas de terror y las cómicas se mezclan recurrentemente: te reirás mientras le cortan la cabeza con una motosierra a un demonio.

Varias son las razones que hacen de Ash vs Evil Dead una serie que ha encontrado su espacio y está dispuesta a aprovecharlo. Con capítulos de no más de 30 minutos, la serie explota con un ritmo aplastante. Ninguna escena está para rellenar, todas revelan gran parte de la trama al mismo tiempo que entretienen. Es dinámica y divertida, atrevida y socarrona, una serie perfecta para maratonear y ver con los amigos.

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