‘Frozen II’: las hermanas de Arandelle se lucen una vez más

La secuela de ‘Frozen’ llega 6 años después de la primera entrega y podrás verla desde este 28 de noviembre en todos los cines.

Hasta que llegó la secuela de ‘Frozen’. Esta vez con toda la comunidad LGBTIQ+ con más atención que nunca, debido al inmenso debate que se generó en torno a la orientación sexual de Elsa al no mostrar interés romántico alguno hacia… bueno…hacia nadie en realidad. Pero dejemos este tema para más adelante y comencemos con la historia de esta cinta.

Mientras ‘Frozen’ (2013) trata sobre cómo Elsa sale del closet mágico revelando su verdadera identidad: ser una mujer mágica con súper-poderes para manejar y generar hielo, creando luego su propio reino de este mismo material lejos de su familia; para que así tiempo después sea Anna, su hermana heterosexual y creyente en el amor romántico, quien deba ir a buscarla para salvar al reino de Arandelle de la condena del invierno eterno; ‘Frozen II’ trata simplemente del origen de los poderes de Elsa. No, no de sus poderes lésbicos, sino de sus poderes mágicos.

La historia de esta cinta nos lleva a comprender un poco más sobre el presente de las hermanas, conociendo sobre su pasado: sabiendo un poco más sobre su madre, padre e incluso hay por ahí un abuelo responsable del actual pasar de Anna y Elsa. La historia es realmente hermosa. Nos lleva a un ambiente lejos del reino, lejos de edificios y gente, acercándonos al bosque, a las criaturas mágicas y a una cultura más conectada con la naturaleza. Nos conecta con la magia de los elementos, la sabiduría de la naturaleza y la bondad de esta misma sin olvidar su grandeza y el respeto que debemos tener hacia ella. Nos da a entender la importancia de hacernos cargos de nuestros errores y no solo de los nuestros, sino que también de los errores de nuestros antepasados. Y además de todo esto, nos habla de cómo muchas veces mantenemos ideas que no son realmente nuestras, sino que son ideas aprendidas de nuestra familia que muchas veces, no nos representa o simplemente no obtuvieron la misma información que sí tenemos el día de hoy.

La música, aunque es cierto que es muy difícil sobrepasar el nivel de la primera entrega, no decae para nada. De hecho, en vez de hablar sobre esto les recomiendo buscar el soundtrack en spotify y hacerse ustedes una idea personal. Yo ya lo hice y llevo días escuchando las canciones en mi playlist.

Y en base el mundo LGBTIQ+, bueno… nada que decir. La verdad es que Elsa no está para romances de ningún tipo. Pero si en la primera entrega tenemos el himno “Let It Go” o “Libre Soy” en español, canción que es básicamente una salida de closet con parafernalia, en esta segunda entrega tenemos algunas frasecillas de algunas canciones que también nos dan algunas pistas. Por ejemplo en la canción “Into The Unknown” que en español se llama “Mucho Más Allá” cuenta cómo escucha unos susurros que la llaman a buscar lo desconocido, preguntándose si quizás hay alguien parecido que ella: alguien que no sea heterosexual. Ok, esto último no lo dice, pero ¿metáfora?. Y otra de las canciones: “Show Yourself” o “Muéstrate” en español, habla sobre cómo nunca se sintió como el resto porque las reglas generales nunca aplicaron en ella y sobre cómo las reglas de la heteronorma nunca le hicieron sentido. Ok, esto último tampoco lo dijo, pero insisto: ¿metáfora? Todo puede ser. En resumen, Elsa puede que esté en plena heterocuriosidad y hay que respetar su proceso. Esperemos en el futuro saga del closet por toda la comunidad LGBTIQ+. Y si decide no hacerlo, amigues, debemos respetarla igual. Por mientras, vayan a ver a las hermanas más tiernas, poderosas y sororas del mundo al cine y practiquen sus lanzamientos de hielo. 

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