People Are Alike All Over
Dos astronautas se preparan el viaje de sus vidas, el viaje hacia el planeta Martes. El temor les inunda, y no es para tanto, nadie sabe lo que hay haya afuera. Sin embargo, el más optimista de los dos, Marcusson, asegura que los extraterrestres deben ser iguales que ellos.
El viaje no sale precisamente con éxito, Marcusson está a punto de morir y su compañero, Conrad, está en un aparente estado de paranoia. Sus más temores lentamente terminan concretándose cuando se encuentra con una especie de alienígenas, que váyase usted a saber, lucen idénticos a nosotros, con la excepción de que su vestimenta parece de la época greco-romana. Los residentes le preparan un hogar idéntico al suyo en la tierra. Todo parece bien, ¿cierto?
La vida es un zoológico
La historia de un hombre siendo parte de zoo de especies alienígenas y terrícolas se han visto por casi montones a través de la televisión y el cine – me viene a la mente, por ejemplo, este episodio de la primera temporada de The Orville que sigue más o menos la misma premisa, por lo menos en lo que a seres humanos siendo puesto en zoo de varias criaturas en el espacio, y como el hábitat donde son puestos es un hogar que se parece al que tenían. El episodio influyó en otra serie intergaláctica, ésta un poco más de culto, que ustedes conocerán como Star Trek. Resulta que el primer episodio de la serie tenía como premisa algo más o menos a lo de este capítulo, e incluso comparten una misma protagonista en la forma de Susan Oliver.
En lo que al mensaje del episodio respecta, aunque no es tan literal como en la serie, es claro y trágico que aún sucede en nuestros tiempos modernos. Con el advenimiento de las redes sociales y los reality, cada día en nuestras computadoras o televisores vemos como estas personas terminan directa o indirectamente convirtiéndose en estas atracciones, y como si fueran animales de circo o de zoológico, nos sentamos y aplaudimos, siendo participes de sus desgracias.
